NO NOS LO MERECEMOS
En mi domicilio, dos toreros frente a frente
Soy defensor de la Fiesta Taurina, de pitón a rabo, me cuesta mucho hacer declaraciones negativas contra ella, tampoco lo haré ahora, lo hago con aquellos que manejan los hilos de forma perjudicial, según mi modesto criterio.
No hay derecho, va en contra de los aficionados, y sobre todo, de los que se visten de luces, que en el mes de enero, ya se queden cerrados los carteles de las grandes ferias. No cuentan los triunfos que se produzcan a lo largo de la temporada, las estampitas están ya pegadas en el álbum de las injusticias de los empresarios que nos gobiernan.
Juan Ortega en Valdemorillo. Foto Alfredo Arévalo
Gran daño a los que vienen, no les importa, prima el compadreo. El aficionado está indefenso, lo toma o lo dejas, y hasta el año que viene. No interesa el criterio de los aficionados, ahí está el doloroso caso de Juan Ortega, excluido de san isidro, y perdón por poner al santo en minúscula, no me refiero a El, es al montaje en el que entran toreros retirados, dejando fuera a otros que tienen mucho que aportar para disfrute de los aficionados.
A Juan, al que hace unas fechas tuve en mi domicilio, le diría que un torero cordobés, cuando estaba en los comienzos de sus grandes triunfos, fue castigado por uno de los empresarios más importantes de la época, vetandolo en todas sus plazas, icluida la Maestranza de Sevilla, el castigo se le volvió en castigado al poderoso empresario.
No le voy a decir a ese gran artista como es Juan Ortega, lo que tiene que hacer, pero su categoría torera debería hacerla valer, ante la poca sensibilidad de la empresa madrileña, del castigo deberían quedar castigados cuando hipócritamente les interesen la torería de Juan. Ni los toreros están unidos, y los aficionados mucho menos, de ahí las manipulaciones empresariales.
Juan Ortega ante un cuadro de «Manolete» |
Vergüenza siento cuando veo estas injusticias, al igual lo poco que les interesa el futuro, con el poco interés que le prestan a los novilleros.
Los antitaurinos no son nuestros enemigos, ni muchísimo menos, somos nosotros mismos, y sálvese el que pueda, los que estamos acabando con algo tan nuestro, como son las novilladas y corridas de toros.
Juan Ortega posa con el trofeo «Martorell» y su Tertulia.Tercio de Quites en el palacete de Manolete |
Juan, tienes en tus manos una moneda de oro torera, en el castigo se crecen los bravos. Dios te acompañe y los triunfos tuyos, le sirvan de castigo en su momento, a los antitaurinos que estampan en sus tarjetas de visita: empresario taurino, no se merecen la mayúscula.
Paco Laguna
Jose Luis Cuevas
fotografias, Montaje y Editor
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