domingo, 23 de julio de 2023

 

Tarde grande en Campofrío donde brilla una gran corrida de Algarra

  • Javier de la Concha, a hombros.

  • Miguel Ángel León, Rubén Darío, Alejandro Conquero y Emilio Silvera cortaron una oreja





  • Tarde para aficionados en Campofrío. Fecha de toreo importante frente a un corridón, en todos los conceptos por presentación y bravo con el hierro de Algarra que tuvo dentro dos toros de vuelta al ruedo. No vuelta al ruedo de pueblo, no. Vueltas merecidas ambas en la inmensidad de cosas buenas que tuvieron esas dos horas de festejo.Trapío pero con cosas buenas e importantes dentro. Sobre todo esa nobleza que la bravura buena siempre tiene presente. Lujo para una tarde en una plaza modesta pero llena de mucha historia.Se las entendió el venezolano Rubén Darío con la vivacidad que tuvo dentro el primero de la tarde. Un toro que mantuvo el interés y la exigencia que tiene el bravo. Le faltó encontrar más mando en los primeros compases de la lidia pero en cuanto su matador se confió y tiró de él, desde el tendido se apreció esa honestidad que Darío ofreció en su faena.Faenón de Javier De la Concha a ese extraordinario toro que le sirvió el sorteo. Bonito de hechuras, terminó dejando sitio al excelente toreo que el madrileño le enjaretó por los dos pitones. Estoconazo a ley que remató sin remisión una de las cúspides de la tarde.Faena extensa e intensa llena también de mucha enjundia la que el sevillano León dejó escrita ante otro aparatoso ejemplar de Algarra. Otro toro de vuelta al ruedo donde el torero bordó oficio y torería de muchos quilates.Sitio importante también en esta crónica para dos toreros de Huelva. El primero, Alejandro Conquero. Mucha romana traía sobre sus lomos ese cuarto de la tarde pero Conquero no dudó ni un momento en ponerse en el sitio, tirar de esa embestida noble y transmisora y cuajarlo de pitón a rabo en series que tuvieron gallardía y conocimiento torero. Y valor. Meritoria labor en una tarde en la que Conquero enseñó confianza y oficio.Toro a toro se iba haciendo bella. Intensa de toreo y toros esta cita de Campofrío.El quinto, un utrero de prometedoras hechuras dejó inmejorable clase aunque mermada de fuerzas. Silvera tiró de él con elegancia y profundidad en el muletazo, alcanzando lo más intenso de su labor con esa zurda que tanto temple muestra cuando el torero anda a gusto. Genio y figura para quien ayer se despedía de novillero.Las espadas quitaron trofeos pero lo que no le quita nadie a Campofrío es la gran tarde de toreo y toros que desde ayer brilla en su historial. Otra más.


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