jueves, 27 de julio de 2023

 ALVARO DE LA CALLE, TORERO HÉROE



"Jamás

 yo vi

mirar al miedo con tanto corage,

jamás 

yo vi

jugar una partida tan salvaje..."

He tomado prestados estos versos del gran Antonio Orozco porque son la forma de definir lo que sucedió aquel Domingo de primavera de 2022 en el cual Emilio de Justo hizo el paseíllo en Las Ventas como único espada para convertirse de una vez en figura grande del toreo. Pero el primero de la tarde, tras una gran faena, infligió al ser estoqueado tan grave lesión a Emilio, que tardaría más de un año en reaparecer tras dolorosas  terapias. Pero para Álvaro de la Calle, que actuaba de sobresaliente, no hubo ni tiempo para pensar: ya estaba el segundo en la arena.



Y así hasta cinco toros seguidos, triunfando en los cinco, porque triunfo fue mentalizarse de que aquella era su tarde, de que no podía aburrir al público ni un instante, de que no tendría ni un respiro y de que en la plaza se encontraban su esposa y su pequeña hija, que habían acudido  para acompañarle, porque no pensaban que Álvaro tuviera ni siquiera  que ponerse delante de un solo toro. Pero Álvaro triunfó en  los cinco: cuando hubo que torear, toreó, y cuando hubo de lidiar, lidió, y al gusto de Madrid, poniendo a los toros de largo. Las ovaciones continuas premiaban su labor, y si no hubo orejas fue por la espada. Y yo recurro nuevamente a Antonio Orozco para expresar lo que sentimos durante  el inolvidable festejo:

"Se puede

llenar los siete mares de valientes,

y nunca llegaría a parecerse

ni a un cuarto del valor

que está en tu frente..."



Así pues, Álvaro de la Calle fue protagonista de una tarde de toros que le dio a conocer a toda la afición gracias a ser televisada. Lo lógico era que le surgieran contratos, el primero, en las Ventas. Pero pasaban los meses y el teléfono no sonaba. Lo llamó finalmente Alfonso Téllez, presidente del Círculo Taurino de Córdoba y número uno en sensibilidad. "No puedo darte una corrida de toros - le dijo - pero si puedo darte una conferencia y una cena homenaje". Asistí a ambas.



Álvaro nos explico lo anómalo de la situación. Al día siguiente le enseñé la Tertulia El Castoreño y almorzamos en el Círculo de la Amistad. Nos hicimos amigos. Hace poco, Álvaro me dijo que actuaba en Francia, en  feria de Ceret, prestigiosa por el tipo de toro que sueltan, de Escolar por ejemplo. Pero cedo nuevamente la narración a Antonio Orozco:

"Jamás yo vi

hacer tantos desplantes a la muerte,

jamás yo vi

contar hacia detrás un solo paso..."

Era su primer toro, el de su reaparicion despues del suceso de Las Ventas, y cuando llegó el momento de la verdad, Álvaro se perfiló con toda la que se ve en la foto de Philippe Gil que acompaña este escrito.

Pero sucedió lo que dicen los versos siguientes de Antonio Orozco:

"Jamás

 yo oí

decir una palabra del presente,

jamás 

yo oí

hablar de tanta mala suerte..."

Porque el toro de su reaparicion le partió el muslo en tres trayectorias.



Pero ahora recibo una foto que me llena de alegría: Alvaro y Alfonso posan sonrientes. Lo peor ha pasado, sobre todo para la mujer de Álvaro y su pequeña hija. Me escribe Alfonso Téllez: "Qué torerazo!" Por eso, Álvaro, ahora,  entrenar y venga palante.

Ah, se me olvidaba! Saben ustedes cómo se llama la preciosa canción de Antonio Orozco que ha acompañado este relato?

Pues se llama "Mi héroe" Como iba a llamarse de otra manera?

Jose María Portillo Fabra, presidente de la Tertulia Taurina El Castoreño del Real Círculo de la Amistad de Córdoba.

Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor

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