LA FERIA TAURINA DE SEPTIEMBRE
HACE 50 AÑOS, EN LA FERIA DE 1968 TRIUNFÓ CLAMOROSAMENTE MANUEL BENÍTEZ "EL CORDOBÉS" QUE OBTUVO TRES OREJAS Y RABO EL CICLO ESTUVO COMPUESTO DE DOS CORRIDAS DE TOROS, UNA NOVILLADA Y UN ESPECTÁCULO COMICO TAURINO MUSICAL
Ladislao Rodríguez Galán
Durante noventa años se celebró en Córdoba la feria de septiembre. La instituyó el Ayuntamiento presidido por el alcalde Juan Rodríguez Sánchez en 1889 a petición de los ganaderos cordobeses para que, ante la crisis ganadera, los ganaderos tuvieran otra oportunidad ( además de la de mayo) para dar salida a sus cabezas de ganado.
Para esta primera edición se confeccionó un amplio programa de actos con fuegos artificiales, fiestas sociales, bailes, cucañas, etc... Y como es natural no podían faltar un festejo taurino que le diera categoría a la nueva feria. Se montó una corrida benéfica de seis de toros para los célebres espadas Rafael Molina "Lagartijo" y Rafael Bejarano "Torerito", mano a mano.
Se trajeron tres ejemplares de la Viuda de Barrionuevo y tres de la ganadería de Rafael Molina "Lagartijo". El festejo fue un éxito artístico y económico.
Esa tarde comenzó la feria de Otoño de Córdoba, cuyos festejos alcanzaron gran prestigio en el orbe taurino, pero que en 1979 el Ayuntamiento que presidia Julio Anguita González la eliminó del calendario porque el Ayuntamiento quería potenciar la Velá de la Fuensanta.
Y al final, ya ven, ni una ni otra. La Velá no deja de ser una celebración de una barriada y la feria era para toda la ciudad y provincia con el potencial atractivo, para los forasteros, de una feria.
Como añoranza de lo que significó la feria de Otoño, taurinamente hablando, les muestro unos retazos de la celebrada en 1968, hace este mes la friolera de cincuenta años.
Fue un triunfo apoteósico de Manuel Benítez "El Cordobés" que cortó tres orejas y un rabo.
En septiembre de 1968 la plaza de toros de Córdoba estaba regida por el prestigioso empresario sevillano Diodoro Canorea. La feria que se celebraba a partir del día 25 de septiembre contaba también con espectáculos taurinos. Para esta edición la empresa montó dos corridas
de toros, una novillada picada y un espectáculo cómico taurino musical. El ciclo se abrió el jueves día 26 (6ª de abono) con toros de Samuel Flores, de Albacete para Antonio Ordóñez (división de opiniones y oreja ), Gabriel de la Haba "Zurito" (ovación y división de opiniones) y Sebastián Palomo Linares (ovación y palmas). Los veterinarios rechazaron dos toros que se sustituyeron por uno del Marqués de Ruchena (Sevilla) que salió en tercer lugar y otro de Manuel Camacho (Jerez de la Frontera) lidiado en cuarto lugar.
El viernes día 27 se programa el espectáculo Renovación del Bombero Torero y sus Enanitos Toreros, actuando en la parte seria el aspirante cordobés Enrique Reyes "Niño de las Monjas". Que lyego sería un pundonoroso subalterno.
El sábado, día 28, segunda corrida de toros (7ª de abono). Seis toros de Herederos de Carlos Núñez, de Sevilla, para Diego Puerta ( oreja y dos orejas), Santiago Martín "El Viti" (dos orejas y oreja) y Manuel Benítez "El Cordobés" (oreja y dos orejas y rabo).
Y para cerrar la feria una novillada picada. Seis ejemplares de José María Arauz de Robles para Florencio Casado "El Hencho" ( oreja con petición de la segunda y oreja), Sancho Álvaro (petición y vuelta al ruedo y palmas) y Francisco Ruiz Miguel (petición y vuelta y dos orejas).
Como cambian los tiempos. Esta era la segunda feria de la ciudad y contaba con su propia programación taurina, y de lujo, a tenor de los carteles que se ofrecían a la afición.
Si tomamos como referencia nuestra pasada feria de Mayo, con dos corridas de toros y una de rejones, el desnivel de la balanza nos indica que aquellos eran momentos de pujanza para la fiesta de los toros.
Cualquier tiempo pasado fue mejor. Reflexión que encaja perfecta y lamentablemente en el comentario anterior. Y pidamos que esto quede aquí y no empeore. Que todo puede pasar.
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