martes, 4 de septiembre de 2018

OTRO AMIGO SE NOS FUE
Antonio Luna Piney


El pasado día treinta de septiembre, al igual que muchos de vosotros, que tuvimos la suerte de estar entre su círculo de amigos, recibí su último mensaje, a través de este medio, hoy tan de moda, el WhatsApp móvil, tan a mano y tan útil, aunque en muchos casos se haya convertido, más que en una gran utilidad, en un entretenimiento bastante absurdo.
En la mañana de ayer, 3 de septiembre, recibí la triste noticia de su fallecimiento, en la cercanía de la noche del pasado domingo, día 2, del corriente, cuando como cualquier otro día, se estaría preparando para corresponder, visitar o servir, a algún amigo o grupo de ellos, entre tantos de los que tenía, en cualquier ámbito social, porque Antonio era así: campechano, servicial, amable, simpático, honrado, y con un montón de virtudes más, que no alcanza a abarcarlas, en toda su dimensión, definirlo con la más grande que se me ocurre en este momento: un gran hombre.  No hace mucho lo saludé, en una de mis visitas al Club Taurino “Calerito”, al que Antonio estaba unido desde hace muchos años. Y como siempre, como me gustaba llamarle al estrechar su mano - señor Luna-…, y él me tendía la suya con su sonrisa y mirada bonachona, respondiendo – ¡hombre don Domingo! -…

Recuerdo nuestros años de lucha en la Federación Taurina, los sinsabores que nos acarreaba la publicación de la revista “Córdoba Taurina”, la lotería de navidad, y tantas vivencias en las que demostró la gran persona que era.
Siento, Antonio, no haber podido estar en ese último adiós que nos decimos de corazón los hombres de bien, pero tú bien sabes de mi aprecio, y lo que he sentido tu pérdida.
Desde aquí, a tu familia y amigos, mi más sincera condolencia, y para ti, mi eterno abrazo, amigo. Descansa en paz.
Domingo Echevarría.
Córdoba, 3 de septiembre de 2018.

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