miércoles, 22 de noviembre de 2023

 Las truculentas historias del torero peruano “Orlando Gaona” y de su hijo “Palitos”, novillero cordobés por su origen materno.


"Palitos", el hijo de "Orlando Gaona", en una de sus últimas fotografías cuando, lejos de los ruedos, se convirtió en hombre de negocios. (Foto de Ladislao Rodríguez Galán "Ladis")

Orlando Santibáñez Fernández, fue un novillero conocido como “Orlando Gaona” que, según Los Toros de Cossío, era mexicano de nacimiento y peruano de nacionalidad.

La realidad es que, los escasos datos biográficos que sobre este personaje existen, dicen que: “nació el 17 de febrero de 1937 en Oroya y que, siendo muy niño, sus padres se trasladaron a la ciudad de Acobamba, de donde eran originarios”.

Oroya existe tanto en Perú como en México. En el país andino, La Oroya es la capital de uno de los diez distritos de la provincia de Yauli, del departamento de Junín, en la Sierra Central peruana; mientras que, en el país azteca, Oroya es una calle de la zona de Lindavista, perteneciente a la delegación de Gustavo Adolfo Madero, al norte de la ciudad de México.

La ciudad de Acobamba, es la capital del distrito y provincia de dicho nombre, que pertenece al departamento peruano de Huancavelica, y se encuentra a una hora escasa de La Oroya andina, pues está a menos de 60 Km. en dirección hacia Lima, la capital, de la que, a su vez, dista unos 250 Km. (casi cuatro horas de coche).

Hay que convenir que, casi con total seguridad, el Cossío está confundido y Orlando Santibáñez nació en ciudad de La Oroya andina y vivió en la de Acobamba, más hacia el interior peruano, pero relativamente cerca de donde nació y de donde eran sus padres. Allí pasó su infancia y adolescencia, y allí se le despertó la afición por la fiesta brava, lo que le impulsó a marcharse a Lima, no sin antes terminar sus estudios elementales.

En la capital peruana, hacia 1950, entró como alumno en la Escuela taurina de Acho, cuyo director era, en aquel entonces, Oscar del Pomar el empresario de la plaza de Acho. (Ver Nota nº 1)

Hizo su debut como novillero sin picadores en Quito (Ecuador) y, posteriormente marchó a México buscando una tierra que le pudiera proporcionar más oportunidades en el mundo del toro. Pero tampoco allí tuvo fortuna y decidió cruzar el charco y venirse a España. Arregló sus papeles en la embajada española de la capital azteca, donde encontró facilidades debido a que el cónsul hispano era un gran aficionado taurino por lo que, además de facilitarle los trámites burocráticos, le proporcionó nombres de personajes del mundillo taurino español que podrían ayudarle a su llegada a la península ibérica.

Carente de posibles para sacarse un pasaje de avión o de barco, decidió viajar como polizón en un buque de pasajeros, camuflándose entre los fardos de mercancías en la bodega de la nave y alimentándose a base de rebuscar en las sobras de las comidas del pasaje.

Arribó al puerto de Cádiz al inicio de la década de los años 60 del siglo XX, y viajó hasta Córdoba, buscando a un afamado ganadero que le había recomendado el cónsul de España en México.

En la ciudad de los Califas Omeyas y de la torería, tuvo la oportunidad de que lo entrevistaran en la emisora EAJ24 “Radio Córdoba” en sus estudios de la calle Alfonso XIII. Posiblemente la entrevista la haría Pepe Anta que era el encargado, en aquellos años, de la crónica taurina en la citada emisora, como sucesor de José María Gaona Chau “Tío Caniyitas” que hacía unos años que se había marchado a Madrid, y, no se sabe si por error o recordando, de forma intencionada, el apellido de “Tío Caniyitas”, nuestro personaje fue presentado como “Orlando Gaona” en vez de Orlando Santibáñez. Pero a él le pareció tan bien, que decidió usar, a partir de entonces, dicho nombre como apodo taurino en los carteles, y con tal nombre es nominado en Los Toros de Cossío, como antes hemos señalado, y esa es, posiblemente, la causa por la que diga que Orlando era mexicano de nacimiento y peruano de adopción, porque en el mundo de los toros, si te apellidas “Gaona”, tienes que ser mexicano, como lo era el gran Rodolfo Gaona.

Pero en Córdoba, el emigrante peruano Orlando, no consiguió que se le abrieran las puertas de los contratos y las actuaciones, tal como él esperaba, y decidió trasladarse a Madrid con la idea de tener mejor fortuna. Sin medios para coger un tren, optó por hacer auto stop, y de tal forma consiguió llegar a la capital de España. Pero allí tampoco encontró la oportunidad que buscaba y, siguiendo algún sabio consejo, decidió irse a Barcelona, pero lo hizo andando, a lo largo de más de veinte días, con la idea de llamar la atención de los medios de comunicación y que aquello le sirviera de publicidad para darse a conocer.

Y lo consiguió porque, efectivamente toreó bastantes novilladas en diferentes plazas catalanas a lo largo de la temporada de 1961 y, especialmente destacada fue su actuación en Figueras, donde despacho con gran éxito una novillada de Jesús Sánchez Montejo, alternando con Luis Baena y Juan Sendino “El Arenero”, donde se anunció como Orlando Gaona “El Peruano”.


Cartel del 26 de abril de 1961 en Figueras, en la que junto a Luis Baena y Juan Sendino “El Arenero”, se anuncia Orlando Gaona “El Peruano”

Después de la temporada de 1961, regresó a Córdoba, con la idea de afincarse y utilizar los contactos que le había proporcionado el cónsul español en México. Conoció e hizo amistad con Manuel Rodríguez Garrido, hijo del primo hermano de “Manolete” Manuel Rodríguez Castillejo, alias “Palitos”, el que había intentado ser torero al mismo tiempo que su universalmente famoso pariente y que llegó a anunciarse de becerrista en el mismo cartel que él (Ver Nota nº 2).

La amistad con Manuel Rodríguez Garrido fue tan intima que éste se prestó a ser su apoderado y, con el nombre torero de “Orlando Gaona”, lo anunció en Jaén, el Puerto de Santa María y Córdoba, y volvió a torear en plazas de Barcelona, también con dicho nombre. Y además consiguió que, por la relación y amistad que tenía con sus primos los Saco Rodríguez “Cantimplas”, tres de estos fueron subalternos en la cuadrilla de “Orlando Gaona”: Rafael “El Pelu”; José “Niño Dios”; y Fernando “Fernandi”, y ellos fueron testigos de varios triunfos notables por los que recibió algún premio, como “La Oreja de Oro” de la Tienta. Sin embargo, “Orlando Gaona” no consiguió tomar la alternativa porque sufrió varios percances de importancia que terminaron, en muy poco tiempo, hacerle desistir de su empeño.


Boda de Orlando Santibáñez Fernández con Fuensanta Rodríguez hija de Manuel Rodríguez Garrido, nieta de “Palitos” y sobrina segunda nieta de “Manolete”, celebrada en Córdoba.

Pero la amistad de Orlando Santibáñez Fernández con Manuel Rodríguez Garrido, el hijo de “Palitos”, tuvo otra trascendental importancia, y es que aquel se enamoró de una de las hijas de este, llamada Fuensanta, con la que se casó en Córdoba, razón por la que el novillero peruano pasó a formar parte de la saga familiar de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” y en tal condición, conoció a Doña Angustias Sánchez Martínez, la madre del universal Califa cordobés de la torería, que le regaló un terno azul marino y oro, que había sido de su fallecido hijo, vestido que Orlando lució en más de una ocasión.

Y poco después, el 9 de junio de 1962, llegaría el punto y final de la trayectoria taurina de “Orlando Gaona”, pues en esa fecha hizo el paseíllo en una novillada nocturna en Almería, acompañado del palentino Amado Revilla Ordóñez “Amado Ordoñez” en los carteles, y el colombiano Miguel Cárdenas, que se enfrentaron a un encierro del hierro de Román Sorando, ganado que entonces pastaba en Andújar y hoy lo hace en Villanueva de la Reina.


Paseíllo en la plaza de toros de Almería el 6 de junio de 1962. El primero de la izquierda, desmonterado, es Orlando Santibáñez Fernández “Orlando Gaona” en los carteles.

Al primero de su lote lo recibió “Orlando Gaona” con unas templadas verónicas a pies juntos, rematadas con una “chicuelina”, pero al intentar hacer un quite, fue prendido por el novillo que le infringió una tremenda cornada en el tórax, que a punto estuvo de costarle la vida, y que, desgraciadamente, puso fin a su vida activa como torero, pero incrementó su afición como espectador, lo que le permitió conocer, en una cafetería cercana a la plaza de Las Ventas de Madrid, a Juan Belmonte García, poco antes de que pusiera un fin trágico a su vida. Le contó al “Pasmo de Triana” como su mala fortuna que le había obligado a retirarse, y Belmonte le respondió: “Mira, chiquillo, para triunfar en los toros se necesita mucho valor y talento, y un poquitín de buena suerte”.

Orlando Santibáñez Fernández, con su esposa Fuensanta Rodríguez, se marcharon en busca de mejor fortuna a Francia, y recalaron en Mulhouse en el centro de la Alsacia, cerca de las fronteras alemana y suiza. Allí fueron padres de cuatro hijos: un varón llamado Walter Manuel; una guapa mujer llamada Jennifer; y dos más que desconocemos sus nombres.

Después, a principios de los años ochenta, se le pierde la pista al novillero peruano “Orlando Gaona”, aunque no al resto de su familia que se sabe que siguió afincada en la citada ciudad alsaciana. El último dato que se tiene de él, es que vivió sus últimos años en la ciudad peruana de donde procedía, o sea en Acobamba, lejos de su mujer y sus hijos, y que falleció en el mes de enero del año 2010 siendo enterrado en el cementerio de dicha ciudad.


Walter Manuel Santibáñez Rodríguez, alias “Palitos”, hijo de torero y torero de dinastía, pues era tataranieto de “Bebe chico” y sobrino segundo-bisnieto de “Manolete” Foto Ladis.

Su hijo, Walter Manuel Santibáñez Rodríguez, que había nacido el 23 de julio de 1965 en Mulhause, recaló en la Córdoba natal de su madre, a principio de la década de los ochenta del siglo XX, apuntándose como alumno de la Escuela Taurina (Ver Nota nº 3), y comenzó su andadura taurina, anunciándose en los carteles con el apodo de su bisabuelo: “Palitos”.

Este nuevo torero francés de nacimiento, pero cordobés por origen materno, despertó un gran ambiente entre los aficionados cordobeses desde su debut, aunque, por desgracia, el entusiasmo duró muy poco.


“Palitos” en una de sus actuaciones en el coso de Los Califas de Córdoba, mostrando su empaque, pureza y sello personal. (Fotos de Ladis)

Los datos que existen recopilados sobre este incipiente torero son muy controvertidos. Hay quienes dicen que era sobrino-nieto de “Manolete”, cuando en realidad era sobrino segundo-bisnieto, o sea bisnieto de un primo-hermano del “monstruo”. Otros aseguran que era hijo de un novillero también apodado “Palitos”, apodo que jamás uso su padre. Tampoco hay concreción en las fechas de su debut o de su retirada y hasta en el número de veces que actuó en el coso de los Califas de su Córdoba adoptiva.

Por concordancia de fechas y por las pruebas fidedignas que existen, su debut en público, vestido de corto, fue en la Becerrada de Homenaje a la Mujer Cordobesa de 1984. Hay quien asegura que tal debut fue en 1981 (cuando tan sólo tenía 15 años) y que repitió actuación en igual festejo en los dos años siguientes. Lo siento, pero tal información es errónea.

Concretamente su debut en público fue el martes día 22 de mayo de 1984, alternando con Emilio González, José Antonio Maldonado y Rosalía Linares, que sufrieron el genio y poca clase de los becerros de Raúl Larios. Lo anunciaron por error como “Antonio Santibáñez” y sólo cosechó una fuerte ovación. Repitió el domingo 10 de junio, anunciado como Manuel Rodríguez “Palitos”, en una becerrada de promoción, otra vez con ganado de Raúl Larios, y junto a José María Franco, José Antonio Maldonado y Rafael Gago, y dio la vuelta al ruedo cuando acabó con su becerro.

Al año siguiente volvió a actuar en la Becerrada de Homenaje a la Mujer Cordobesa junto a José María Franco, José Antonio Maldonado y Cayetano de Julia. Mostró su seriedad, empaque y sello personal ante un becerro de Doblas Alcalá, al que cortó las dos orejas. Como anécdota, ese año de 1985, el sábado 25 de mayo, en un mano a mano de los hermanos Campuzano con ganado de Victorino Martín, fue una de las contadas veces que se ha puesto el “no hay billetes” en el coso de Los Califas.


Cartel de los festejos taurinos celebrados en la Feria de Mayo de 1985, donde figura “Palitos” en el festejo de Homenaje a la Mujer Cordobesa del lunes 27, junto a José María Franco, José Antonio Maldonado y Cayetano de Juliá.

Su debut vestido de luces fue el 4 de agosto del año 1985 (hay quienes equivocadamente lo fechan en 1983), en la plaza de toros de Villanueva de Córdoba. Lo que no está claro es si fue como parte seria de un espectáculo cómico-taurino o era un festejo organizado por la Escuela Taurina de Córdoba. Si parece que cortó las orejas a cambio de resultar herido en el escroto.

Volvió a actuar en Los Califas, en una becerrada de promoción, el domingo 10 de noviembre de 1985, con ganado de Hermanos Matías Sánchez de Salamanca, junto a David Oliva y Cayetano de Julia, cortando una oreja en su primero y vuelta al ruedo en el segundo, después de pasar a la enfermería con ligera conmoción y fuerte traumatismo.

La presentación con picadores tuvo lugar en el coso de los Califas de Córdoba, con novillos de Don Ramón Sánchez y alternando con Fernando

Cepeda y Alberto Martínez, perdiendo los trofeos por el mal uso de la tizona. Fue el domingo 21 de septiembre del año 1986, aunque hay quienes, por error, fechan este debut el 29 de septiembre de 1984.


Cartel anunciando la novillada picada de feria, del sábado 23 de mayo de 1987, en la que alternaron Paco de la Haba “Zurito”; Antonio Manuel de la Rosa y “Palitos” con ganado de Don Félix Hernández.

En la plaza de los Califas de Córdoba, como novillero de plazas montadas, actuó en siete ocasiones, una en 1986, dos en 1987 y cuatro en 1988, cortando en total siete orejas de los 14 novillos que despachó.


Manuel Rodríguez “Palitos”, tal como a él le gustaba anunciarse, en el momento en que despertó mayor entusiasmo entre los aficionados cordobeses… que, lamentablemente, duró poco tiempo. (Fotos de Ladis)

Pero tal estadística es contradictoria con la retirada de los ruedos que se produjo después de actuar en Antequera en 1987, cuando llevaba cinco festejos toreados y estaba pensando en tomar la alternativa.

Aunque años más tarde volvió a probarse en el campo, matando a puerta cerrada varios toros, con la intención de volver para tomar la alternativa, desistió por entender que había perdido sitio y condiciones.

Una vez fuera de los ruedos, Walter Manuel Santibáñez Rodríguez “Palitos” se centró como un buen gestor de negocios turísticos en la zona de la judería cordobesa, donde adquirió prestigio y muchas amistades y simpatías. Desgraciadamente, este novillero que, en su momento, cautivo a parte de la afición cordobesa, falleció en Córdoba el 2 de octubre de 2009, a la temprana edad de44 años, víctima de una enfermedad cardíaca, y en su memoria se estableció un trofeo con su nombre, para el novillero triunfador de los ciclos taurinos de la Feria de Mayo en Córdoba.

NOTAS

Nota nº 1.- En la Escuela Taurina de Acho, “Orlando Gaona”, que aún era conocido solamente como Orlando Santibáñez, coincidió con otro peruano aspirante a ser torero, llamado Leonardo Pomar Guerrero, limeño de nacimiento que, por aquel entonces, tenía 20 años, pues había nacido el 8 de abril de 1930. Este aspirante a figura no pasó de torear, como novillero, algunas tardes en Acho, donde se anunciaba como “Leonardo Navarro” por imposición de Oscar del Pomar, el empresario de la plaza, para evitar que, por coincidir los apellidos, lo pudieran asociar como pariente suyo. Muy pronto, este Leonardo Pomar se pasó a las filas de los subalternos, donde fue conocido como “Lechuga” porque solía vestir un terno verde y azabache, y cosechó notable éxito a las órdenes del célebre matador de toros peruano Adolfo Rojas Barrios “El Nene”. Leonardo se retiró de la profesión en 1992.

Nota nº 2.- Manuel Rodríguez Castillejo, alias “Palitos”, era hijo del matador de toros cordobés José Rodríguez Sánchez “Bebe chico”, que era el hermano mayor de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete padre” y, por tanto “Palitos” era primo hermano de Manuel Laureano Rodríguez Sánchez “Manolete”, y juntos, los dos primos, se anunciaron como becerristas en una novillada en Cabra el día 16 de abril de 1933, que era Domingo de Resurrección, formando terna con la célebre Juanita Cruz. Ese día “Manolete” actuaba por vez primera ante el público y tuvo que despachar su becerro y el de su primo “Palitos”, que no fue capaz de lidiar al que le tocó en suerte, poniendo fin a su brevísimo intento de ser torero.

Nota nº 3.- La de Córdoba, pasa por ser la primera Escuela Taurina de España de la nueva época, teniendo su antecedente en la que fundara el 23 de noviembre de 1913 el subalterno cordobés Rafael Sánchez “Bebe”. La actual está adscrita al Círculo Taurino de Córdoba, por iniciativa del entonces presidente de dicho estamento Francisco de Blas Muñoz, y viene funcionando con autorización administrativa desde 1975. Es totalmente gratuita para los alumnos y se financia, fundamentalmente, con las cuotas de los socios del Círculo Taurino. Actualmente su presidente es Alfonso Tellez, profesor Juan Antonio Garcia Henares "El Califa" y el director artístico Rafael Jiménez González “Chiquilín”.

BIBLIOGRAFÍA. -

Córdoba en la historia del toreo (2ª edición)

José Luis Sánchez Garrido “José Luis de Córdoba”

Publicaciones del Monte de Piedad y C. de A. de Córdoba 1989

Los Califas (Tomo II de 1981 a 1996)

Pepe Toscano

Nueva Plaza de Toros de Córdoba 1997

Varias páginas web: EL PASEILLO DE LA VIDA: ORLANDO GAONA, LA INCREIBLE HISTORIA DE UN GRAN TORERO ACOBAMBINO. (martinmoises.blogspot.com) https://martinmoises.blogspot.com/2010/03/orlando-gaona-la-increible-historia-de.htlm. 'EL OBJETIVO DE LADIS': La corta pero triunfal historia de 'Palitos'WebManuel Santibáñez Rodríguez 'Palitos' (1.965-2009), https://patiocuadrillas.blogspot.com/2009/10/el-objetivo-de-ladis-la-corta-pero.html

Tendido Diez: Ha fallecido "Palitos"

https://tendidodiez.blogspot.com/2009/10/ha-fallecido-palitos.html

Guadalajara, 17 de noviembre de 2023

Cayetano Melguizo Gómez

Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor

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