jueves, 2 de julio de 2020

LA POSADA DE LA MADERA VÍA DE ACCESO A LA RIBERA


La Posada de la Madera estaba situada justamente, en lo que hoy se conoce como calle de Enrique Romero de Torres. Estaba ubicada dicha posada en el número 40 de la calle Lucano, y frente al San Rafael de Verdiguier del Potro, aunque este monumento no estuvo aquí emplazado hasta 1924, fecha en la que fue trasladado desde su primitivo lugar en la plaza de la iglesia de San Hipólito. Pero en fin como referencia vale la referencia. La piqueta también derrumbó la ruinosa construcción del número 42. Por cierto que la Gacetilla del Diario Córdoba (28-7-1860), se hacía eco de la urbanística pretensión: 

GACETILLA:
…”-PIDE DERRIBO.- Llamamos la atención de la autoridad local hacia el expediente instruido hace ocho años para el derribo de la posada de la Madera, cuyo estado ruinoso continúa siendo una amenaza para los transeúntes y una ofensa al ornato. Creemos que debería procederse sin más dilaciones a su derribo y ampliación de la plazuela del Potro hasta la Ribera…”…
La idea era buena y futurista, puesto que la Ribera ya contaba con el tramo de paseo a espaldas de la calle Lucano. Por tanto se equilibraba por un lado la bondad de la petición y por otra la insalubridad de la zona de la posad. Pero no fue hasta principio del año 1884 y gracias a un riguroso informe de la JUNTA DE SALUBRIDAD PÚBLICA del distrito de Santiago y de San Nicolás de la Axerquía, cuando se tomó vivamente en serio la idea lanzada veinte años atrás. El informe abreviado decía así: 


Fachada Hospital Caridad


…”Las cuadras por su escasa ventilación y la carencia de depósitos para materiales fecales, constituyen un verdadero foco de infección…/… Esto, unido a que la finca linda por sus espaldas con el terreno llamado “corralón de la Ribera” que acumula inmundicias peligrosas para aquellos vecinos…”…
El Ayuntamiento se hizo eco del informe y en sesión del 23 de julio de 1884, propone definitivamente el derribo de la Posada de la Madera, es
decir la casa nº 38 de la calle Lucano y también por ruina la número 40, ambas propiedad de Enrique Ramírez de Saavedra y Cueto IV Duque de Rivas, hijo de de Ángel de Saavedra Duque de Rivas, insigne poeta, dramaturgo, militar, historiador, político, pintor y diplomático y de su esposa María de la Encarnación Cueto.
Tras varios requerimientos, para que el Duque procediera a su demolición sin resultado positivo, el Ayuntamiento cuatro años cuatro años después y en sesión de 22 de julio de 1891 oficializó el derribo de la Posada de la Madera, así como las casas números 40 y 42. 

La Ribera antes de la apertura de la nueva calle. 


Se aprecia en la zona de la izquierda el llamado Corralón de la Ribera. 

Entre pleitos anduvo la definitiva resolución del asunto, hasta llegar a un acuerdo justo para ambas partes: Ayuntamiento y la aristocrática familia afectada. El acuerdo llegó vía pecuniaria, al satisfacer la Corporación Municipal, la cantidad de 13.879.64 pesetas en concepto de justiprecio consensuado por la obligada expropiación. A partir de este momento se iniciaron las obras de derribo y acondicionamiento de lo que se conoce por la calle de Enrique Romero de Torres.
Como curiosidad traslado un anuncio publicitario insertado en el Diario de Córdoba de la época:
“CANARIOS. En la calle de Lucano, casa contigua a la posada de la Madera, se venden crías de canarios superiores, mestizos en belga e inglés. Los machos son de 20 a 40 reales y las hembras de 6 a 40 rs.”

En esta nueva vía y entre las losas de granito que forman parte del suelo. Se encuentra una losa procedente según algunos historiadores del teatro romano, una pieza o losa granítica con el juego primitivo del alquerque, que consiste básicamente en un pasatiempo parecido al conocido juego de las damas… 

Juego del Alquerque 


En fin, lo que fue una posada, después ruindad y hoy una interesante vía de comunicación entre el Potro y la Ribera, arrastra una historia singular y digna de conocerse, y que hemos tratado de resumir en este reducido trabajo. 




FRANCISCO BRAVO ANTIBÓN 

Montaje y editor
JOSE LUIS CUEVAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario