PABLO GARCÍA BAENA
PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS 1984
A LAS PUERTAS DEL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
Nació en Córdoba el 29 de junio de 1921, en una bella casa de la calle Parras nº 6, entre jazmines, geranios y gitanillas, que le marcaron como poeta. Por este motivo tan entrañable, la fachada de la casa, luce desde el pasado Diciembre, una placa que recuerda su nacimiento -29 de Junio de 1921 -. Este sencillo pero sentimental homenaje, fue iniciativa de nuestro Ayuntamiento y de la consejería de Cultura de la Junta, que de esta forma quieren dejar constancia y proclamar a cuantos visitantes se acerquen a la casa del poeta, que Córdoba, la milenaria, la callada, la que deslumbró siglos atrás al mundo, es la cuna de Pablo García Baena, y el patio que correteó de pequeño, el motivo importante de percibirlo todo con poesía… Su actitud singularmente positiva, nos permite recordar el pasado, la trayectoria, los premios, los amigos, y en definitiva la vida que ha disfrutado, como algo muy especial.
Sucintamente destacamos de su extensa e intensa biografía, que asistió en Córdoba al Colegio Hermanos López Diéguez (las populares escuelas de San Andrés); el bachillerato lo hizo en parte en el Colegio Cervantes de los HH.Maristas (entonces ubicado en el Palacio de los Condes de Torres Cabrera), finalizándolo en el Colegio de la Asunción de Córdoba (Instituto Nacional de Enseñanza Media). Terminado este importante periodo, pasó a la Escuela de Artes y Oficios de nuestra ciudad, en la que practicó con los pinceles y adquirió conocimientos en una disciplina paralela, como es la historia del arte.
En 1947 se presentaron, Pablo y Ricardo Molina al premio Adonáis, no logrando hacerse ninguno de los dos con el galardón, aunque dos años después lo consiguió Ricardo. Espoleados por el hecho de no recibir el premio en el citado 1947, ambos deciden dar forma al grupo Càntico, como testimonio de su pasión por la poesía y las artes, llevando como cruz de guía el amor a Córdoba. Paulatinamente invitan a Juan Bernier, Julio Aumente, Mario López, Miguel del Moral y Ginés Liébana, que aportaron todo su saber e inquietud en beneficio de la recién creada revista cultural. Antonio Gala nos comentaba en una entrevista, que estuvo muy cerca del grupo, siendo muy joven y que se embelesaba con los conocimientos de todos ellos.
Pablo García Baena viajó al extranjero para ampliar estudios y visitar monumentos, pinturas, esculturas y empaparse de todo cuanto significara arte. Cuando finalizó esta etapa, fijó su residencia en la costa del sol, ejerciendo como reconocido anticuario, pero sin olvidar el verso ni la prosa. Pasados unos años regresó a su Córdoba, a la enamorada que tanto añoraba, para recordar el olor a azahar de la niñez, los rincones entrañables, la sierra y las tertulias en un patio único, como el de nuestra tierra, donde hasta la luna presta atención y se acurruca en el agua del pozo…
Muchos galardones y reconocimientos jalonan su trayectoria como poeta libre de consejos; no le gusta la rutina de escribir por obligación para una editorial con entregas pactadas, las pautas las marcan sus sentimientos y su ánimo, o sus añoranzas o sus amores, y entonces con la inspiración a flor de piel, fecundará unos versos…
“Premio Príncipe de Asturias” , “Medalla de Oro de Córdoba” e “Hijo Predilecto de la Ciudad” en 1984; “Hijo Predilecto de Andalucía” en el 88; “Premio Internacional Ciudad de Melilla”-1989; “Premio Andalucía de las Letras-1992”; “Medalla de Oro de Málaga”en el 2004; “Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana-2008”, entre otros muchos galardones, pero como poeta cercano al pueblo, cuenta en su haber con muchos homenajes y reconocimientos de carácter popular.
Desde el año 1998 es director emérito del Centro Andaluz de las Letras.
Pablo García Baena, cordobés de nacimiento, de pensamiento y de actitud, emerge desde la eclosión cultural que significó Cántico hasta tocar las estrellas…regalando al espíritu una vasta aportación poética que mereció el acertado Congreso Internacional dedicado a la vida y obra del poeta cordobés; sesenta y dos años después de aparecer el grupo Cántico, distinguidos ponentes abordaron el catálogo de obras, que García Baena inicia en 1946 con la publicación de su primer bloque de versos arropados en “Rumor oculto”, un año después – como ya dijimos –fundó el grupo y la revista, que sobrevivieron enmarcados en dos periodos muy concretos: 1947-1949 y 1954-1957. Con formato de separata se entrega adjunto a la revista, el segundo poemario titulado: “Mientras cantan los pájaros”, al que le siguieron “Antiguo muchacho” (1950), “Junio” (1957), “Óleo” (1958), “Antología poética” (1959), “Almoneda” (1971), “Poesías” (1975), “Antes que el tiempo acabe” (1978) y así hasta más de veinte títulos que jalonan su admirable producción en verso y siete obras en prosa, que desisto de relacionar en su totalidad, por dos razones: una por la limitación de espacio y la otra porque figuran espléndidamente comentadas en las distintas biografías de nuestro poeta.
Cántico fue el punto de partida y el motivo principal de que otros creadores: escritores o pintores, se sumasen a una sensibilidad distinta de entender el arte. Y en su brillante trayectoria, enseñan, aconsejan y convencen a nuevas generaciones, que a su vez, incrementan con más creaciones, el patrimonio cultural de Córdoba.
Fallece el poeta, que no su recuerdo, en Córdoba el 14 de enero de 2018.
Innumerables testimonios de condolencia y admiración, se mostraron rotos por el dolor, y la desaparición del ilustre y querido cordobés.
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