jueves, 1 de abril de 2021

 La Hermandad de la Virgen de los Dolores


Nuestra Señora de los Dolores

La historia de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, arranca en los principios del siglo XVIII, cuando se funda en Córdoba la Congregación como Tercera Orden Servita, en virtud de la licencia expedida en Roma por el general Juan Francisco María Poggi, el 15 de abril de 1699.


El besamanos

Eran años en los que la ciudad estaba especialmente sensibilizada hacia la advocación de la Virgen de los Dolores. La historia es conocida: en el Hospital de San Jacinto convivían, en esa época, la Venerable Orden Servita y una Hermandad rosariana, ambas veneraban a la Virgen de los Dolores. Llegado el año 1717 encargan a Juan Prieto, escultor cordobés una imagen, pero la que entregan al artista como modelo, no le parece que su rostro expresara la suficiente expresión, la que debe tener una Virgen Dolorosa, por lo que le piden haga una nueva.


La Señora de Córdoba, en la procesión jubilar de un 30 de junio


Dos años después el autor les entrega la talla que actualmente conocemos. Es a partir de este momento cuando comienza a crecer en Córdoba la devoción hacia esta imagen. Por ahí comenzó a ser la Virgen de los Dolores que todo el mundo hoy conoce. La Virgen era ya la gran devoción, pero le faltaba perfilar su icono, y eso llegó el día en que apareció Ángel Redel, un activo, y también polémico sacerdote que entre 1888 y 1901 fue capellán del Hospital de San Jacinto. Él dio a la Virgen la estética que hoy tiene. Le retiró el rostrillo monjil y se lo puso de pedrería, modificó las manos, que anteriormente las tenía cruzadas sobre el pecho y se las colocó en la postura que tiene actualmente, y creó las vueltas blancas del manto, que aportaron gran luminosidad a la imagen. Modificó el corpiño en V, los atributos de la Pasión en las manos y el pañuelo, y siempre el corazón con los siete puñales e inventó también un atuendo único en colorido cuando diseñó el manto azul de las palomas y la saya roja para procesionar el Domingo de Ramos, (nunca el Viernes Santo que siempre fue de negro) y en el triduo de septiembre.


Saliendo de su Templo, con centenares de fieles vitoreándola.

Los cultos más fundamentales que se vienen manteniendo a lo largo de estos cuatro siglos consisten en la celebración del Viernes de Dolores, salida procesional en Semana Santa, septenarios en Cuaresma y también en septiembre. Además, de generación en generación, se han ido transmitiendo diversas prácticas piadosas como la Orden de los Siervos de María y el rezo de la Corona Dolorosa que aún se mantienen.


La Señora de Córdoba, en el interior  de la Mezquita-Catedral.

Si hubiese que destacar una fecha en torno a esta imagen, no seria otra que el Viernes de Dolores. La ciudad de Córdoba vive esta jornada como una gran fiesta en torno a la Virgen. Las puertas de la Iglesia del Hospital de San Jacinto, abiertas de par en par desde la madrugada hasta bien entrada la noche, es un reguero continuo de fieles que acuden a visitar a la que es considerada la SEÑORA DE CÓRDOBA.


La Virgen de los Dolores, en su camarín.

La Coronación canónica de la Virgen de los Dolores, tuvo lugar el 9 de mayo de 1965, en la avenida del Conde de Vallellano ante un inmenso gentío, siendo

la primera imagen mariana de la capital en alcanzar esta distinción pontificia y la segunda de la Diócesis, tras María Santísima de Araceli. Fue Coronada entre aplausos y suelta de palomas blancas, por el arzobispo de Sevilla José Bueno Monreal, en presencia de otros obispos. Días antes se realizó un solemne triduo en la Catedral y el NO-DO hizo un reportaje de esta multitudinaria ceremonia religiosa.


Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete"

Por último significar que el diestro cordobés, Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete" era un gran devoto de la Virgen de los Dolores y cuando la visitaba, entregaba donativos a la Comunidad religiosa del Hospital de San Jacinto de su tierra.


Partitura de Voz y Piano

Mi profesor y amigo Enrique Báez Centella tenía por costumbre estrenarle, anualmente, a la citada Virgen, una plegaria y en el año 1996 me invitó a ponerle letra a su música. Fue estrenada el Viernes de Dolores de ese año. Al piano: Emilio Plata. Violín: Enrique Báez. Voz: quien esto firma.

Título.- MADRE DEL GRAN DOLOR. (Plegaria)

Primera letra.-

De rodillas ante tu altar

¡Ay! Madre del Gran Dolor,

yo te vengo a rezar

esta plegaria de amor.

Desde niño aprendí

a quererte con devoción,

con mi madre de la mano,

como todo buen cristiano

a rezarte me enseñó.

Segunda letra.-

Mis ojos de lágrimas se llenan

no resisten tu mirada,

tan limpia, dulce y serena,

que me desgarra el alma.

Si alguna vez te ofendí

ya estoy arrepentido,

ahora te prometo aquí,

el buen camino seguir

¡Madre! Perdón yo te pido.

ESTRIBILLO.-

Virgen Dolorosa

Divina Madre Redentora,

Soberana, Reina Hermosa

de mi Córdoba Señora.

Madre de amor y consuelo

aroma de incienso y flores,

Reina y Soberana del Cielo

¡Virgen de los Dolores!

Letra: Antonio Rodríguez Salido.-

Música: Enrique Báez Centella.-

También compuse varias letras de saetas, en honor a la Virgen y al marmóreo Cristo Crucificado que preside la encantadora plaza de Capuchinos. Son estas:

I

¡Saeteros cantaores!

En la plaza de Capuchinos,

vuestras saetas mejores,

decidlas entre suspiros

al Cristo de los Faroles.

II

¡Monjitas de San Jacinto!

Abrir las puertas del Templo,

y que salga lo más bonito

pa’ que vaya al entierro

de su hijo Jesucristo.

III

Dolorosa tú te llamas

Virgen de los Dolores,

lucero de la mañana,

amor de mis amores,

Madre de Dios Soberana.

IV

¡Virgencita Madre mía!

Amarga pena y llanto,

mi corazón te envía,

envuelto con mi canto

mi saeta más “sentía”.

V

Si la saeta es llanto

te pido Madre querida,

ampárame con tu manto

y la saeta más sentida

te la digo con mi canto.


Antonio Rodríguez Salido. –

Compositor y letrista. –

Escalera del Éxito 176.-



José Luis Cuevas 
Montaje y Editor
Escalera del Éxito 254

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