miércoles, 13 de abril de 2016

Un hueco en la feria para Gallo

  •  Foto de archivo del novillero Gallo de Córdoba, herido el domingo en Las Ventas. - Foto:L. DIAZ
    Foto de archivo del novillero Gallo de Córdoba, herido el domingo en Las Ventas. - Foto:L. DIAZ
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Esta carta al director tiene la intención de completar la crónica firmada por Javier López en CORDOBA con motivo de la novillada que se celebró el pasado domingo 10 de abril en la plaza de toros de Las Ventas. Como cordobés residente en Madrid, no dudé en acudir a la importante cita que tenía nuestro paisano Andres Jiménez 'Gallo de Córdoba' en el coso madrileño. Por consiguiente, puedo opinar que la crónica que firma el señor López obvia determinadas cuestiones que el sector taurino ha de conocer.
Posiblemente lo que más se echa de menos es que no se mencione explícitamente que el peor lote le cayó en suerte a Jiménez. De los tres santacolamas con posibilidades ninguno fue para el Gallo. De hecho, la mala fortuna fue tal, que tampoco el sobrero, que le soltaron tras devolver a su segundo, fue potable. Es decir, de tres novillos, los tres inservibles, sin posibilidades, faltos de casta y sin fuerzas. Eso sí el pesaje propio de esta plaza, todos entre 500 y 550 kilos.
Acierta Javier López al afirmar --aunque sea de puntillas-- que Gallo "quiso mucho toda la tarde" pues, efectivamente, su predisposición fue total. Pero de nuevo no coincido cuando señala que "su paso fue testimonial". Señor López, el papel de Jiménez fue cuanto menos digno, estando por encima de sus enemigos. A su primer novillo antes de que se rajara le sacó dos buenas tandas por ambos pitones y cuando este se paró se arrimó valientemente. La estocada, volcándose literalmente sobre los pitones del novillo, provocando una espectacular voltereta, fue la mejor instantánea de la tarde.
También se tiene que hacer mención en la crónica a la tarde desangelada del domingo pasado en Madrid. Frío, viento y para colmo lluvia al comienzo de la faena del segundo del Gallo, con la pertinente espantada general en los tendidos. Con este segundo estuvo igual de perseverante, pero sacarle un pase era misión imposible. Tanto expuso que fue cogido gravemente, sin que nadie en los tendidos se percatara de ello. También es indebido calificar de "bajonazo" su segunda estocada, que fue efectivamente caída, pero es desmedido hablar de bajonazo.
En definitiva, y si bien no tuvimos el resultado deseado, se ha de reconocer, a tenor de lo ofrecido por el novillero cordobés en Madrid, que tuvo un papel digno en calidad y plausible en actitud. Y quisiera aprovechar la ocasión para reivindicar ante las empresas de las plazas de la provincia la necesidad de dar oportunidades a los toreros de la tierra. Es incomprensible que este chico se tenga que presentar en Madrid tras más de un año de inactividad.
Rafael Gómez Aguilar

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