jueves, 6 de febrero de 2020

ANA CARRILLO LA TOMATA Y JOSÉ MORENO CORPAS PEPÍN MORENO
UNA SINGULAR PAREJA DE ENAMORADOS, DE LOS AÑOS SESENTA... 

Ella: una bailaora de raza, apodada artística y familiarmente como La Tomata, y él, un torero sin trayectoria notable, conocido popularmente por Pepín Moreno.
Ana Carrillo conoció el triunfo desarrollando su exquisito saber flamenco, fue una intérprete del baile flamenco rompedora, exultante en sus movimientos y taconeado, y con todo el respeto a los entendidos, me atrevo a decir que La Tomata fue la Carmen Amaya cordobesa. Todo un portento. 


Nació en Córdoba el 17 de abril de 1942. Fueron sus padres, Ramón Carrillo y Modesta Mendoza y creció junto a sus cinco hermanos: Rafael, Crispina, Antonio, Salud y Juan. Falleció un tanto olvidada, el día siguiente a la navidad del 2007.
Vivió y se crió en la plaza de la Alhóndiga, muy cerca de otra gitana guapa y racial, como fue Amalia Fernández modelo de Julio Romero de Torres. 

DOS GITANAS MUY GUAPAS
SE PASEAN POR EL CIELO
AMALIA SE LLAMA UNA
Y LA OTRA, LA TOMATA
LAS DOS SE VAN CONTADO
LO QUE QUIEREN A CÓRDOBA,
Y CUANTO LA RECUERDAN...
Y CUANTO LA AÑORAN...
(F.Bravo) 

Desde muy joven recorrió los rincones flamencos del Zoco, Los Califas, El Pisto del Alcázar Viejo, Casa Pepe, etc, cualquier recinto era bueno para que la novel Ana Carrillo demostrara que pisaba fuerte y con fundamento. Consecuencia de estas celebradas actuaciones, fue su contratación por parte del empresario Manuel del Rey, para el conocido tablao madrileño Corral de la Morería (del Rey fue poco después, marido de la bailaora cordobesa Blanca del Rey). La Tomata no pudo o no quiso, resistir mucho tiempo fuera de su Córdoba y enseguida volvió, para volcar su arte en los distintos locales, que con éxito asegurado reclamaban su presencia. De todas formas, era tal la calidad de sus intervenciones que actuó también en muchas ocasiones en escenarios madrileños, como Los Canasteros , Los Califas -club de flamenco madrileño-, o Las Brujas.



En 1966 confirmó el arte que de ella brotaba, actuando con marcada personalidad en la película Los duendes de Andalucía, rodada en las Bodegas Campos y dirigida por Ana Mariscal. El resultado artístico fue todo un éxito, pero la gitana Ana, no quiso oír ningún canto de sirena, y desoyó consejos y peticiones, que la invitaban a salir fuera de las fronteras cordobesas, pero no, no
quiso dar un paso más allá de su Córdoba. Escribe el periodista Francisco Solano Márquez, en su libro Bodegas Campos, solera de Córdoba, lo siguiente:
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...”la cordobesa pudo cambiar su vida, pues a principios de los años sesenta, tuvo un
encuentro con el bailarín Antonio, tras bailar de forma improvisada en el patio de la calle Badanas número 15, el bailarín le propuso incorporarla a su compañía, siendo la respuesta negativa, al no querer separarse de su amor Pepín Moreno”…


Amaba mucho al torero y a Córdoba, precisamente al hilo de ese amor por la ciudad que la vió nacer, tengo un recuerdo, y es haberla visto bailar de forma espontánea, en la reducida plazoleta de la Ermita del Amparo…! todo un lujo para mi archivo nostálgico ! ...
Fue realmente coherente con su forma de vida y raíces. Siempre prefirió el romanticismo de las noches por los tablaos al oropel de los escenarios bien pagados. Esa era La Tomata, duende, genio y coherencia hasta el final de sus días.
Un genio así necesitaba de una pareja también singular, y la encontró en el aspirante a novillero, Pepín Moreno, con quien engendró a su hija Tamara, nacida en agosto de 1961.
JOSÉ MORENO CORPAS “PEPÍN MORENO”
Fue novillero, y un amigo indiscutible de francachelas... Hijo del propietario de la firma Funeraria Moreno, muy conocida en aquella época.
Respecto al aspecto taurino, me facilita el historiador Rafael Sánchez González, el siguiente apunte:
...”En la década de los cincuenta toreó algo por plazas de nuestra provincia (Pozoblanco, Montoro y Belmez). Y en cuanto a Córdoba capital, le tengo anotadas dos intervenciones: 19 de marzo9 de 1953, con motivo del festival organizado por los estudiantes de veterinaria. Reses de Román Sorando que lidiaron José Muñoz, Manuel Sánchez Saco, Manuel de la Haba “Zurito” y José Vega. José Moreno escuchó aplausos.
La otra salida al ruedo de Los Tejares, aconteció en julio de aquel mismo año. Estoqueó una vaca de la Cova y tuvo como compañeros a Pedro Bayón, José Mulero y de nuevo José Vega.
El 15 de septiembre de 1957, debutó con picadores, en la Plaza de Vista Alegre de Madrid, acartelado con Manolo Carra y Ramitos. Novillos de D. José de la Cova.”...
Y añado, que dicha presentación no resultó esperanzadora, razón por la que tampoco fue invitado a repetir.
Su relación amorosa con Ana, fue la cordillera de los Alpes..., altibajos contínuos y pronunciados, debidos principalmente, a la personalidad rebelde de ambos, que favorecía la relación complicada y tóxica en muchos casos, de cualquier forma eran dos amantes que se buscaban mutuamente, y que vivían convencidos de que el uno sin el otro la vida no tenía sentido. Lo único que podría separarlos sería algún imprevisto, algo fuerte, tan fuerte y grave que ninguno de los dos pudiera evitarlo. Y así fue, la pareja un mal día, sufrían un accidente de tráfico en la avenida de las Ollerías, -antes Obispo Pérez Muñoz -. El resultado fue trágico, falleció Pepín Moreno y ella resultó herida gravemente, y atendida en el Hospital Provincial. Matilde Cabello explica muy bien las circunstancias y resultado del citado accidente:
...”Ana Carrillo lo tuvo todo fuera de Córdoba, salvo el corazón que se le quedó aquí. Con Pepín Moreno volvió a las noches de bohemia y a los jornales inseguros; a las idas y venidas, al sinvivir por el novillero.
En una de aquellas noches, buscó a su hombre por las tabernas y quiso verlo a solas, pero como en la soleá que siempre le arrancaba el vino, la muerte los acechó camino de la sierra. El coche, prestado, se estrelló en las Ollerías. Él falleció en el acto, con 31 años, y ella con 21, empezó a morirse en la madrugada del sábado 11 de abril de 1964.”...
Así fue como la Carmen Amaya de Córdoba, notó y reconoció que la sangre se le había helado, muy joven, demasiado joven. Con el tiempo resurgió de las cenizas y encontró otro compañero -Antonio Rafael González Colsen -, con el contrajo nupcias en 1980.
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Ana Carrillo Mendoza La Tomata nos dejó el 26 de diciembre de 2007 y fue su hija Tamara, la encargada de regalar sus cenizas al río Guadalquivir, desde el pretil de la Ribera, esa Ribera y ese río que tanto adoró, y al que tantas veces saludó...
Como cierre de este artículo, viene al pelo un artículo que el poeta Ricardo Molina dedicó a la genial bailaora, y que consta en el libro Cante y cantaores cordobeses, de Ediciones Demófilo (1977- Recopilación de artículos dedicados al mundo del flamenco por el poeta). La bella alusión de Ricardo Molina a La Tomata, dice así:
“una fuerza libre de la naturaleza como el sol, como el mar, como el viento”... 

Francisco Bravo Antibón- 2019

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