viernes, 29 de marzo de 2024

 AMISTADES FEMENINAS DE CÁNTICO



Recordamos las amistades femeninas del grupo CÁNTICO, tal vez el grupo cultural más importante que ha tenido Córdoba. Mujeres que arropaban y defendían sus creaciones y proyectos, un colectivo atento a la cultura clásica y a la renovación de las formas. Mujeres muy interesantes, entre las que se cuentan a: Rocío Moragas, Josefina Liébana, Pilar Sarasola, Concha Lagos y algunas más que se citan en este recuerdo.

VICENTE NÚÑEZ, MIGUEL DEL MORAL, GARCÍA BAENA, MARIO LÓPEZ Y LIÉBANA_

Para entender de forma resumida el nacimiento de Cántico y su vinculación con las féminas, empecemos por conocer como curiosidad los mimbres del grupo, al que no fueron ajenas las mujeres, si bien la época no ayudaba a que figuraran con vitola de protagonistas… Surge el grupo, cuando de jóvenes se reunían alrededor de la gramola, habitual y presente en las casas con cierta suficiencia económica. En este caso las reuniones se prodigaban en la casa del profesor de música Carlos López de Rozas, en torno al cual y atentos a las reproducciones del artilugio, se encontraron en primer lugar García Baena y Ginés Liébana, y poco después los amigos Juan Bernier y Ricardo Molina. Pasados unos meses, se sumaron Julio Aumente y Miguel del Moral y ya, - en 1943 -, se incorpora el pintor y poeta Mario López, presentado por Ricardo Molina.










De estos contactos salió el grupo de fundadores de la modesta publicación: Pablo García Baena, Juan Bernier, Ricardo Molina, Julio Aumente y Mario López. A los que se unieron por afinidad en los propósitos, Miguel del Moral, Ginés Liébana, Julio Aumente y finalmente, Vicente Núñez y José de Miguel, ambos más que componentes, eran amigos y simpatizantes cercanos a las propuestas poéticas del grupo. De hecho Vicente colaboró en algunos números del cuadernillo.

Por cierto que el original del titular que corona la revista, se debe al pintor Juan Cantabrana, que por aquel entonces era alumno de Ricardo, y por encargo expreso de éste, rotuló la palabra CÁNTICO ateniéndose a las directricesque le marcó:

“Me gustaría que hicieras un letrero con la palabra CÁNTICO, con letras de punta latina”…

Pasadas dos semanas el poeta insistió:

“Juan Manuel, que no se te olvide, que han de ser letras verticales de cuatro centímetros y de punta latina”.

ROCÍO MORAGAS



La presencia de Rocío Moragas con el grupo coincide con la creación del cuadernillo en 1947, si bien en ningún momento apareció nada de ella publicado .

DEDICATORIA DE MORAGAS

Siguiendo con el hilo conductor del artículo, Rocío Moragas fue la mujer que más se acercó al grupo, en lo que se refiere a ratos de ocio y conversaciones culturales. Su condición de poeta, hacía que se entendiera y sintonizara con todos. Fue una mujer adelantada a su tiempo, extrovertida. Nació en Córdoba en 1919, en una casa de la Piedra Escrita, de ahí su poemario La Pîedra Escrita -1950-:



“Agüita; no me ganaba,

Fuente de la Piedra Escrita;

agua buena a la derecha,

agüita mala a la izquierda.

Dos leones me querían,

porque yo era todo buena;

yo era la niña Rocío,

del patio de las Palmeras”.../...

Ocho años después recopiló relatos referidos a la Córdoba judía y editó otro libro: El pan ácimo.



Su presencia y porte, era la de una mujer moderna y atractiva, que incluso desfiló como modelo a las órdenes del diseñador Pedro Rodríguez.

Pablo García Baena alumbró para ella un soneto:

La púrpura, el clavel, el vino ardiente…

No. La noche, el estío con su llama.

La adelfa que el arroyo en sangre inflama…

Tampoco. Ni el coral del sol poniente.

Tal vez la nieve, la magnolia, el frío

pétalo de la aurora y de la acacia.

¿Dónde encontrar la imagen de tu gracia

si la perla por ti se hace rocío ?

Un rumor de guitarra y calentura

quiebra en sollozos el vuelo de su talle:

no podréis imitarla, surtidores,

cuando grácil de mármol su escultura

ofrece al viento turbio de su valle

como llama de luna entre las flores.

Fue una mujer excepcional que tuvo como amigos, a un grupo asimismo excepcional.

--Traslado de las páginas del Diario Córdoba -año 1950 -, una columna titulada:

“Homenaje a la poetisa cordobesa Rocío Moragas”:

“En el jardín cordobés de la Arruzafa, al pie de nuestra incomparable sierra, un grupo de artistas cordobeses, han querido honrar con un sencillo y emotivo homenaje, por el claro triunfo de una legítima cordobesa: Rocío Moragas, que con la publicación de su libro La Piedra Escrita, se ha colocado en el primer plano de ka actualidad literaria.../… en la mesa los organizadores del agasajo, directores del grupo Cántico, don Ricardo Molina, don Pablo García Baena, don Juan Bernier, don Julio Aumente Martínez Rucker, los pintores Miguel del Moral y Manuel Aumente, y un grupo de poetas jerezanos: Caballero Bonald, Quiñones y Valencia…,/…”

Un año después, Rocío en los altos del Negresco, recitó algunos de sus poemas a un grupo reducido de amigos. De esta circunstancia privada, dio cuenta Manuel Medina González en las páginas del diario citado anteriormente.

“Nota marginal a un libro de Rocío Moragas”

En el mismo diario, -1958 – Manuel Medina González, se refiere a la publicación y contenido de un nuevo libro de Rocío, titulado Pan Ácimo, que contiene unas seis narraciones.../… esta vez Rocío Moragas se revela como fina prosista …

“Una manera femenina de cantar a la guitarra“

En 1961 aparece de nuevo en el Diario Córdoba, con motivo de un bello artículo que apareció en La Voz de España, cuyo contenido motivó al periodista que firma la columna.

Después de una intensa vida que “siempre vivió a chorros”..., como afirma en un artículo la periodista Rosa Luque: ...”una mujer única que, tras una azarosa travesía vital, escogió Córdoba para morir a los 86 años. Fue en 2005 y, ciega, olvidada de sus tres hijos y amargada, la muerte fue para ella la liberación final”... Triste epílogo para una mujer de bandera...

JOSEFINA LIÉBANA VELASCO



Hermana de Ginés y compañera de colegio de Pablo García Baena… Por tanto la ruta de amistad con los amigos y compañeros del grupo Cántico, esta más que entendida.

Nació en 1914 en Torredonjimeno (Jaén) y falleció el 21 de octubre de 2009 en Córdoba. Reconocía sentirse cordobesa, pues desde la edad de once años se encontraba entre nosotros, en la casa de los Liébana en la calle Horno de la Trinidad.

Contando 22 años, Josefina contrajo matrimonio con un médico veterinario y se trasladaron a Valenzuela. Al enviudar en 1967 volvió a su casa de Córdoba, de la que no faltó hasta su fallecimiento.

Vivió su existencia rodeada por sus amigos de Cántico y amparada muy de cerca por su hermano Ginés, quien no dejó, desde donde estuviera, de enviarle cartas poéticas decoradas con sus conocidos ángeles, así como libros.

A la recíproca ella, cuando se refería a su hermano, lo hacía con ternura recordando por ejemplo, la gran admiración que Pablo y Ginés se tenían: “Mi hermano Ginés y Pablo García Baena, eran dos niños fuera de lo común”.

Ambos le dedicaron a Josefina un libro inédito, ilustrado por Ginés y poemas de Pablo, adornado con flores secas, y una dedicatoria original realizada con tinta amarilla. Una vez más se demuestra que era ella, el alma femenina del incipiente Cántico. De hecho el poeta y amigo, más de una vez le dijo: “Josefina, tú eres Cántico”...

Asistió totalmente involucrada, a los momentos culturales que vivían, García Baena, Ricardo Molina, y su hermano. Ella está considerada, en primer lugar por ellos mismos, como la mujer que ayudó a consolidar Cántico.

En la terraza, a la que accedían por una escalera de madera desde su piso, se reunían Pablo, Josefina y Ginés, para oír recitar a Josefina poemas de Juan Ramón Jiménez. Al lugar de estas incipientes pero interesantes reuniones, le llamaban La Isla.

Confirma su buen hacer en el grupo, la dedicatoria que Josefina guardó con mucho cariño, dedicatoria que le hicieron en una celebración de San José:

“ A Josefina, que abrió para nosotros el libro de la poesía, y el libro del flamenco, una lejana mañana.” (P.G.Baena-S.José-1963).

Pablo García Baena, le dedicó un precioso poema, parte del cual es el que sigue:

Al pasar por las calles hoy he dicho tu nombre:

Amiga. Y sin saberlo inauguré la tarde

con un perfume nuevo, como el árbol de aromas

que entregará sus ramas al hacha del otoño...

PILAR SARASOLA


Viuda de Rogelio Luque, trabajadora incansable, emprendedora y culta. Pasaba muchas horas en la conocida Librería Vda. de Luque, pues Rogelio Luque fue fusilado en la contienda de nuestra guerra civil.

Pilar era diplomada en comercio, y había nacido en Gijón año 1905, falleciendo en Córdoba en 1981. Fueron sus padres: Ramón Sarasola Iribarren y Victoria Llanas Aguilaniedo.

Cuando aún era estudiante conoció a través de cartas, a un joven librero cordobés Rogelio Luque que en 1919 había inaugurado su primer establecimiento con el nombre de Librería Luque, distintivo comercial que alcanzaría un prestigio importante y que se consolidó con el paso de los años. Cuando se casaron (1923) Pilar tenía 18 años y Rogelio 25.

Llegó la tragedia de la guerra civil y el impresor y librero titular, fue detenido por disponer de libros marxistas en la librería, y consecuencia de esta sinrazón fue fusilado el 16 de agosto de 1936.

Sus amigos le recordarían siempre, y una prueba de ello es el busto que hizo de su persona el escultor Enrique Moreno, busto que presidiría la Librería Vda. de Luque, entidad de grato recuerdo para infinidad de cordobeses.

Pilar siguió al frente del negocio repartiendo el tiempo entre sus múltiples compromisos con la cultura y ocupaciones profesionales. Le ayudaron en la dirección su hijo Rogelio desde 1947 y Antonio desde 1960. Fue una mujer excepcional.

Estuvo vinculada a Cántico desde que le hicieron partícipe de sus proyectos. Independientemente de las reuniones culturales que mantenían, colaboraba de una forma práctica exhibiendo la revista en los escaparates y procurando su difusión. El grupo recibió de ella su inestimable colaboración y su apoyo moral para que persistieran en la línea por ellos escogida, de magnificar y difundir la poesía en Córdoba.

CONCHA LAGOS (Concepción Gutiérrez Torrero)



Nació el 23 de enero de 1907en Córdoba y falleció en Madrid el 6 de septiembre de 2007. Escritora muy completa, que nos dejó veintiséis libros de poemas, cinco en prosa, dos obras de teatro y sus memorias.

Concha Lagos, estuvo cercana a la obra de Cántico, aunque sin estar vinculada a sus andanzas culturales y vivencias festivas. Si bien contaba con la amistad de los protagonistas del grupo, a los que seguía de cerca en sus producciones poéticas. Élla tampoco se quedaba atrás, y por ejemplo, dirigía la revista poética Ágora.

Fue una cordobesa que ejercía como tal allá donde se encontrara. En el último homenaje que se le dedicó, fue en 1998, coordinado por el Colectivo Abierto de Poetas Cordobesas, y con dicho motivo se le envió el vídeo y un ramo de flores y al recibirlo comentó apesadumbrada: !Lo que yo daría por estar ahora en Córdoba!

De ella y para su tierra, son los siguientes versos:

Si en Córdoba me perdiera,

nadie me venga a buscar.

Sin más testigo que el aire

quiero sus puentes cruzar.

Saber del agua primera,

del primitivo manantial;

de esa clara luz que guía

sin tropiezo a la verdad…

Si en Córdoba me perdiera

es que me he vuelto a encontrar.

MARÍA VICTORIA ATENCIA



Nace en Málaga en 1931, íntima de Pablo en la etapa malagueña. Período donde también disfrutaba de reuniones interesantes, desde el punto de vista cultural. De forma regular, en estos eventos, solía asistir el amigo de Pablo, Pepe de Miguel, integrante en muchas ocasiones de las andanzas del grupo.

María Victoria y su esposo Rafael León, eran los propietarios de la Imprenta Dardo (antes Sur). Durante esa etapa malacitana cimentaron ambos una magnífica relación con Pablo y José de Miguel, conocedor y reconocido maestro en la métrica del soneto. Ambos, María Victoria y Rafael León, así como Pablo, publicaron versos en la revista malagueña Caracola que nació el 1 de diciembre de 1952 y cerró en diciembre del 75. Fue su fundador José Luís Estrada, por entonces alcalde de la ciudad, con la ayuda y estímulo de Bernabé Fernández-Canivell. Dicha revista se hermanó con la cordobesa Cántico, y de ahí la buena disposición de la malagueña para insertar poemas de Pablo García Baena y de Vicente Núñez entre otros.

María Victoria en boca del poeta Luís García Montero, “es una de las grandes poetas contemporáneas, desde que empezó a escribir Arte y Parte en 1961 hasta sus últimos títulos”. Y recordó “la influencia de Málaga en sus obras, y en el devenir poético de nuestra literatura, a través del Grupo Cántico (con su máximo representante Pablo García Baena), Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, García Lorca, etc.”

PILAR ARBOLEDA


También suena Pilar Arboleda, pero en realidad Pilar con quien tenía mucha amistad era con Rafael Cantueso, que a su vez era amigo de García Baena, y de ahí que en ocasiones se reunieran los tres, junto con otros componentes del grupo.

Pilar fue profesora de piano y gozaba con la amistad de Rafael Medina, muy amigo de los Baena. Estos cercanos conocimientos, incentivó el hecho de conocer y alternar en varias ocasiones con el grupo.

A título de curiosidad, el tal Rafael Medina, - según cuenta Luís, sobrino de Pablo-, a través de Pedro Tébar esposo de Juana Castro , “Rafalín, no tenía un oficio concreto. Tenía, eso sí, gran sensibilidad hacia el arte y era un manitas. Hacía dibujos y retoques de pinturas. A su hermana Encarni, en el tapiz que le hizo Pablo, le pintó él las manos y la cara. También le ayudaba con algunos bocetos para los tapices y le restauraba algunos cuadros y muebles de su tienda en Torremolinos (Málaga).”

Al añadir la aclaración de Juana Castro, he recordado su mención respecto a ellos:

“Relacionarse con los poetas y pintores del Grupo Cántico, fue tan sustancial como valioso”... La poeta inició su exitosa trayectoria en 1978, lo que le permitió conocer a distintos miembros.

PILAR PAZ PASAMAR



Nació en Jerez de la Frontera en 1932 y falleció en el 2019. Poeta y escritora.,

Su relación con el grupo está enmarcado en la amistad y en la admiración mutua por sus logros poéticos. No fue una relación muy cercana como otras amistades, pero siempre acompañó con admiración, las andanzas poéticas de los miembros del grupo.

En su Jerez natal, siguió las indicaciones y estuvo muy cerca de José Manuel Caballero Bonald. A partir de 1950, se integró al grupo y revista Platero, liderado principalmente por Fernando Quiñones.

Precisamente con los poetas que formaban la estructura de la revista, viajó a Córdoba y conoció de cerca a los miembros de Cántico, con quienes abrochó una

amistad, reforzada con el paso de los años. Aquí conoció a Pablo, Ricardo Molina y a Juan Bernier, y de paso y de la mano de ellos, las entrañas de Córdoba.

NIÑA DE LOS PEINES




Sin estar vinculada a Cántico, sí que conocía muy de cerca tanto a los integrantes como su trayectoria poética, siendo amiga personal de Pablo, quien le escribió un poema titulado: Niña de los Peines.

Giralda de las voces...Padecía

por su garganta un ave prisionera.

Era la pena de la petenera

y era un vuelo de llanto y agonía…

Entre el celo y la muerte y la armonía

de la amargura ardiendo como cera

está Pastora sobre su ara ibera:

Nuestra Señora de Andalucía.

Cádiz de sal, Triana de la luna,

Málaga del jazmín, Córdoba amante,

le dan el vino denso del olvido.

Y ella, que el grito y el silencio aúna,

raja el granado rojo de su cante

y entrega el corazón y su latido.

En el aspecto lúdico y como curiosidad, sin abandonar la línea de lo femenino, a la mayoría de los componentes les encantaban el cine, y muy especialmente admiraban a dos relevantes actrices de la época: Rita Hayworth y Marlene Dietrich…

Y así, damos por finalizado el recuerdo de algunas, de las más recordadas amistades femeninas del grupo Cántico.

FUENTES:

Mujeres de Córdoba de Rafaela Sánchez Cano.- (Colección Arca del Ateneo)

Cántico-Resistencia y Vanguardia de los Poetas de Córdoba de Rosa Luque Reyes

Hemeroteca y archivo particular.

Francisco Bravo Antibón

Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor

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