Oreja para Alberto Donaire en la cuarta de Calasparra Alberto Donaire ha cortado la única oreja de la tarde en la cuarta novillada de la Feria del Arroz de Calasparra después de una faena de entrega y mérito al cuarto novillo. El escaso juego de la novillada de Dolores Aguirre limitó el desarrollo de la tarde, en la que Tomás González e Ignacio Candelas se fueron de vacío FICHA:
Se lidiaron seis novillos de Dolores Aguirre, bien presentados y de escaso juego.
Alberto Donaire, ovación y oreja. Tomás González, silencio tras aviso y silencio. Ignacio Candelas, silencio y silencio.
Media entrada. Saludaron en banderillas Juan Carlos Donaire y Mamani.
COMENTARIO:
Alberto Donaire estuvo entonado con el capote en el primero de la tarde, un novillo que embistió con brusquedad en la muleta y al que sacó algunos derechazos estimables. Donaire mostró oficio e inteligencia, dejando una buena impresión. Ovación.
Donaire volvió a manejar el capote con oficio en el cuarto. Saludaron en banderillas Juan Carlos Donaire y Mamani. El novillo no paró de echar la cara arriba y frenarse todo el tiempo, mostrándose Donaire muy dispuesto con él, buscándole las vueltas para sacar algún muletazo meritorio. Mató de estocada y cortó una oreja.
Tomás González se las vio con un primer novillo frenado y manso en el primer tercio. El de Dolores Aguirre no pasaba y buscaba, manteniendo esta condición en la muleta, por lo que no pudo haber lucimiento. González optó por abreviar, aunque falló reiteradamente con los aceros, escuchando un aviso. Silencio.
En el quinto Tomás González chocó contra la mansedumbre de su enemigo, al que tuvo que perseguir por el ruedo sin lograr robarle ni un muletazo. Novillo sin posibilidades al que mató al primer intento. Silencio.
Ignacio Candelas se las vio con otro novillo complicado que se enceló en en caballo recibiendo un fuerte castigo. A la muleta llegó orientado, sin pasar y reponiendo, de modo que Candelas tuvo poco que hacer. También fue breve, matando de estocada sin puntilla. Silencio.
El sexto fue otro manso al que picaron con contundencia y aún así siempre embistió a la defensiva y en huída. Una difícil papeleta para Ignacio Candelas, que no tuvo más remedio que abreviar. Silencio. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario