domingo, 7 de septiembre de 2025

 FRANCISCO GUTIÉRREZ MARTÍNEZ 

Serranito de Córdoba

La triste semblanza de un torero cordobés



Nació en Córdoba el día 10 de enero de 1886, según consta en el acta de nacimiento de nuestro archivo. Fueron sus progenitores: Ricardo Gutiérrez Medina y María remedios Martínez Pérez. Al recién nacido, se le impuso el nombre de Francisco de Paula.

        Apoyado en primer lugar por su padre, que era capataz en la Huerta de San Rafael, propiedad de Machaquito, ayudado por los amigos, e impulsado sin duda, por el tercer califa taurino, el joven Serranito de Córdoba, intervino en numerosas capeas y festejos menores acumulando experiencia y técnica.

       El 6 de junio de 1912 debutó en la plaza de Andújar (Jaén), alternando con el diestro sevillano Antonio Aguilar Montes y el también cordobés, Enrique Rodríguez Manolete II lidiando reses de Santiago Ortega.

        En dicha temporada, actúa varias tardes en Murcia, destacando especialmente en la del 7 de julio, que toreó acompañado de Antonio Vila. Estadísticamente, el resumen más completo que disponemos del novillero Francisco Gutiérrez es el que figura en una tarjeta publicitaria del apoderado: don Pedro Gordejuela Gutiérrez.

Por una cara leemos lo que sigue:

         “Tiene el gusto de dirigirse a Vd, para manifestarse que me he hecho cargo de la representación de este novillero cordobés el cual pongo a su disposición, por si le conviniera incluirlo en cualquiera de las combinaciones de esa Empresa a su digno cargo, teniendo la seguridad de que en el cartel que figure este diestro ha de verlo con agrado ese público y Vd, ha de quedar satisfecho de su trabajo. Al mismo tiempo me complazco en hacerle presente, que, de ir a esa, lo hará en las mejores condiciones y le resultará más económico que ningún otro espada quien Vd. pueda recurrir. S/C. Compás de San Agustín, 19- Córdoba”.

         Y por el reverso queda constancia de las corridas toreadas por Serranito de Córdoba, en la temporada de 1913:

       Fechas, plazas donde ha toreado y matadores que le acompañaban en el cartel:

       --1 de enero, Pozoblanco único espada --12 de enero, Alcalá de los Gazules, Mazzantinito,-- 25 de enero, Alcalá de los Gazules, Zapaterito y Mazzantinito,-- 26 de enero, Alcalá de los Gazules, Zapaterito, -- 18 de marzo, Alcázar de San Juan, Alejandro Sáez Ortiz Ale. --2 de mayo, Montoro, único espada, --16 de mayo, Pozoblanco, Belmonte. --27 de mayo, Murcia Machaquito ll.-- 30 de mayo, Murcia, Baquerito. --7 de junio, Murcia, Apolonio Villa Hablapoco.-- 25 de junio, Córdoba, Onofre. --30 de junio, la Carolina, Machaquito ll. --7 de julio, Murcia, Bomba de Almería, -- 20 de Julio Pozoblanco, Machaquito (corrida mixta). --30 de julio, Madrid, Muñagorri y Larita, -- 25 de agosto, Úbeda, Bonarillo y Manolete II. --30 de agosto, Cuenca, Adolfo Guerra,-- 12 de septiembre, Alcalá de los Gazules, Zapaterito y Larita.

      En el libro de Manuel Valero Merino. “Los Toros en Pozoblanco”, encontramos crónicas y jugosos comentarios de todas y cada una de las corridas celebradas en el Coso de los Llanos en general y las que lidió el diestro en particular, que transcribimos literalmente:

         “Día 1 de enero de 1913. Ganadería: D. Andrés Fuentecilla de Jaén, para Francisco Gutiérrez Serranito de Córdoba y uno para Antonio Díaz Cordobés. Se lidiaron tres novillos, y consiguió un gran éxito Serranito. Fue una corrida de las que se recuerda siempre por el gran triunfo de los espadas en sus respectivos cornúpetas.”

         En la selección de crónicas que realiza Moreno Valero, deja constancia de dos en las que intervino Francisco, firmadas por El Cronista del Valle :



           “Día 16 de mayo de 1913. Presidió la corrida el primer teniente alcalde D. Nemesio Castro Muñoz, aunque estaba anunciada para el 15 se celebró el 16, viernes. Ganado de D. Antonio López Plata. Espadas: Juan Belmonte y Francisco Gutiérrez Serranito en sustitución de Mojino.

           El primero Pitillera: Belmonte lo para con una colección de lances superiores produciendo el delirio del público. Aunque es de poco poder, es bravo y cumple con los de a caballo recibiendo cuatro puyazos. El banderillero Calderón puso un magnífico par de frente, a quien secundó Zocato con otro igual y no así el tercero, que no fue bien ejecutado. Belmonte previo brindis a la presidencia manda retirar al peonaje y comienza con un pase natural con la izquierda, dos en redondo y otros dos de pecho, uno de ellos monumental que hace al público en pie. Se perfila para matar y señala un pinchazo bueno, para luego dar media algo delantera que mata sin puntilla. (Ovación, vuelta al ruedo, la oreja y el delirio).

         Segundo: de nombre Cedacero berrendo en negro con el número 18. El toro no se presta para que Serranito se luzca. Recibe cuatro puyazos. En los quites rivalizan ambos matadores. Un buen par de Cordobés, medio de Chaquetillas. El toro saltó dos veces al callejón. Serranito con ganas de agradar hace faena breve. Entra muy bien a matar señalando un buen pinchazo. Entra de nuevo y el toro que tiene la cabeza muy alta “por las nubes” le dificulta, para luego a la tercera caer de una estocada algo caída (palmas y parte del público pide la oreja).

         Tercero: Mulato, berrendo en negro número 33 y de muchas arrobas.Recibe 5 puyazos y otras tantas caídas, mata 3 caballos. Hizo un gran quite el sevillano, en una caída a cuerpo descubierto. Mulato salta al callejón y embistió a la puerta del patio de caballos, con tanta fuerza que logró dejar sin el uso previsto los cerrojos, cediendo las puertas con su desmedido empuje. Volvió a saltar con más coraje y mala intención pues mató tres caballos, a la mula que estaba enganchada al carro de la cuba de regar, e intentó hacer lo mismo con la yegua con la que se había pedido las llaves. Entraron los toreros en el patio y como Dios le dio a entender lo estoquearon.

        Cuarto: Marqués negro, número 48 es muy parado y no hace nada por el capote. Tomó tres puyazos, mató un caballo y derribó dos veces. Belmonte remató un quite llegando con las manos a la testuz, por lo que se ganó un gran aplauso. Así como Serranito también en otro. También saltó la valla como sus hermanos produciendo pánico, y el matador lo finiquitó rápidamente.

           Quinto. Vigilante negro bragado, número 9.

       Belmonte le dio las tres mejores verónicas que se han visto en Pozoblanco. Recibe cuatro puyas. Magnifico quite. En embestida el picador se quedó sentado en el toro causando hilaridad…Belmonte fue dos veces desarmado. Entra a matar de nuevo y deja una caída que precisó de descabello – muchas palmas -.

        Sexto: Abaniquero. Encontrándose Machaquito II en la plaza, solicitó permiso para matar al último ejemplar, permiso que se le concedió.

         Machaquito abre el percal no logrando que el bicho acometiera. Tras una breve faena de muleta arrea un buen pinchazo, después otro y luego media un poquitín tendida que mata sin puntilla. Recibe una gran ovación y da la vuelta al ruedo con la oreja del toro. Belmonte y Serranito salieron a hombros de la plaza.” El Cronista del Valle. n.º 168. Pozoblanco 17 de mayo de 1913

         La animación para ver a Machaco, al gran Machaquito es grande (…) La lidia del primero y del segundo transcurre con normalidad y la gente se lo pasa muy bien, aplaudiendo al coloso de la tauromaquia y al simpático Serranito (…)

           Tercero; a pesar de no ser una gran cosa es el mejor de la tarde, Machaquito es aplaudido con el capote. De los piqueros lo mejor que hubo, es decir, lo que nos produjo más risas, fue el arranque corajudo del picador Niño Elías que después de sufrir una caída y después que se había llevado el toro, se vuelve hacia él con los puños y con voz amenazante… echando bilis por los ojos. Calmó su cólera al ver su castoreño tirado por la arena, lo recoge y se vuelve al callejón tan satisfecho de su faena. El público pide que banderillee Machaquito, éste pone tres pares que resultaron todos abiertos pero que aplaudieron por su elegante preparación. Después toma los trastes toricidas y empieza adornándose, intercalando buenos pases en redondo y algunos naturales, cuadra y da un pinchazo, después otro, y una entera enterándonos de quien está en la plaza !!Machaquito!! (la oreja y una ovación que se oyó en Córdoba).


La actual calle Custodio

         Cuarto: Sale con actitud de buey y así continúa hasta la muerte, Que buen oficio hubiera hecho uncido a una carreta. A duras penas y pasando los espectadores un rato de agonía consiguen que tome las tres varas de reglamento. Serranito que vestía de lila y oro se va hacia la víctima y previos cuatro mantazos y con una excesiva ayuda del peonaje, que el público protesta, consigue cuadrarlo y una vez esto, arranca más derecho que una vela dejando el estoque hasta la empuñadura en las mismas péndolas y tan superiormente colocado, que no le dio tiempo a que se despidiera de nosotros cortésmente... El público entusiasmado lo saca de la plaza en hombros y lo pasean por el pueblo. Estocadas como esa se merecen eso y mucho más. (…) Firmado AX. El Cronista del Valle- 26-7-1913”

LA TRAYECTORIA SIGUE

      Según comentarios del propio Gordejuela (representante del torero), Francisco se presentó en Madrid el día 30 de julio de 1913, acompañado en el cartel a José Muñagorri y Matías Lara Larita. También alude en una hoja informativa, que, en la temporada de 1914, le contrató treinta y una corridas, de las que realmente toreó veinte y siete. Con tan escasos datos, sobre la trayectoria taurina del diestro, bueno será anotar que Serranito de Córdoba y Casielles actuaron en Los Tejares (29 de mayo de 1919) en una corrida de novillos-toros, con las divisas de Vda. de Guerra y Velasco Zapata.

           El día 11 de octubre de 1920, contrae matrimonio en su tierra natal, con María Encarnación Zamora Gil. El enlace tuvo lugar en la Iglesia Parroquial de Santa Marina. Francisco contaba a la sazón 34 años y María 19.

ALTERNATIVA

         El 25 de julio de 1921, toma la alternativa en el coso de Los Tejares de Córdoba. el padrino fue José Flores González Cámara y de testigo de oficio: Francisco Ferrer Pastoret. Las reses fueron de Sánchez Rodríguez.

         No tuvo suerte como matador de toros, apenas firmó contratos por lo que decidió, dos años después, renunciar. De nuevo al escalafón de novilleros, toreó en cuantos festejos les proponían, sin cuidar en ningún momento, ni la conveniencia de aceptarlos ni la cuantía económica. Solo ambicionaba torear cuanto más mejor, y la verdad es, que la oportunidad se le presentaba en contadas ocasiones.

Tarde dramática

        Sucedió el 25 de julio de 1929. Tan complicada fue la tarde, que los tres matadores resultaron cogidos. El cartel lo formaron; el peruano Pedro Castro Facultades, Francisco López Parejo Parejito (matador de

         toros que había rehusado a la alternativa, en la temporada de 1926) y francisco Gutiérrez Serranito de Córdoba, La corrida se organizó ajustándose a la fórmula mixta, por cuanto el primer diestro era matador de toros y los otros dos, al renunciar anteriormente el doctorado, en esos momentos figuraban como novilleros, por lo tanto se apartaron dos toros para Pedro Castro y cuatro novillos a lidiar por Serranito y Parejito. El ganado fue de Bernardino Jiménez (antes de Vda. Damián Flores), José Luis de Córdoba presenció el evento y vivió los avatares; es un honor pues, compartir su acertada descripción de los incidentes ocurridos en el festejo que nos ocupa.

JOSÉ LUÍS DE CÓRDOBA ESCRIBE...

            “Despertó mucho interés aquella corrida. Se anunció que los seis astados iban a ser expuestos al público en los corrales de la plaza desde dos días antes del anunciado para el festejo. Allá fuimos nosotros. Tenía respeto la corrida, recordamos por cierto, a través de los tiempos, un precioso toro berrendo en negro, que era el gallito de los seis, que había entablado pelea con sus hermanos y hubo necesidad de apartarlo a uno de los corrales. El mozo, no contento con su decisión daba unos saltos espantosos, llegando casi a poner las manos en la barandilla. Había, pues, expectación por aquella corrida mixta y como entonces, el día de Santiago, la gente no era tan cómoda como ahora, aunque queremos creer que hacia el mismo calor o más que ahora había menos medios de locomoción y sólo funcionaban los botijos pues en la plaza de Los Tejares a las seis y media de la tarde hubo una buena entrada, aunque luego la corrida a lo largo de su desarrollo, no dejara precisamente un grato sabor. Porque los toritos se las traían y los toreros, los pobres, deseosos de hacer mérito, sufrieron las consecuencias de su “buena voluntad” . Aires de tragedia se enseñorearon en la plaza. 

          El Negro Facultades acababa de tomar la alternativa española, en Écija, el 21 de mayo, de manos de Pepe El Algabeño, como testigo el sevillano Francisco Perlacia y toros de López Plata. El hombre quería abrirse camino, y su intervención con el capote fue del agrado del público. Tomó la muleta y al iniciar la faena fue cogido y derribado ante la puerta de cuadrillas. Parece que estamos viendo al desventurado Pedro Castro llevarse la mano al vientre y dejarse caer desplomarse en brazos de las asistencias que le trasladaron a la enfermería. Total: una herida gravísima que le tuvo unos días entre la vida y la muerte y que en definitiva truncó sus ilusiones de ser torero.

          Pero aún no se había repuesto el público de la penosa impresión causada por el espectacular percance del torero peruano, cuando sobrevino otra cogida no menos trágica. El diestro Serranito fue cogido por el tercer novillo contra las tablas, bajo la presidencia, y un reguero de sangre signó su camino hacia la enfermería. Se le apreció una herida en la cara interna del muslo izquierdo, de mucha gravedad. Este fue, asimismo, el punto final a una, no precisamente brillante ni venturosa carrera taurina. La cruz de la fiesta.

           El diminuto “Parejito” aquel torero tan chico de cuerpo como grande de corazón, con el que nos unió tan entrañable amistad, se sobrepuso a las adversidades y secundado por el sobresaliente Rafael Calvo Calvillo, otro torero modesto de Córdoba dio cuenta cabal del resto de la corrida. De nada le sirvió, desde luego la hazaña, ya que Parejito malherido por un novillo en Úbeda, falleció más tarde al someterse a una operación quirúrgica”.

          Para complicar más la vida del diestro Serranito, al mes de la cogida, se le gangrenó la pierna y se la tuvieron que amputar en el Hospital de Agudos. Los doctores que le asistieron fueron: Don José Altolaguirre y Don Jacinto Navas González, auxiliados por los practicantes; señores Cuevas y Martínez (21 de agosto de 1929). Tan importante contrariedad, sumada a que el diestro afectado, era un torero modesto y no disponía de patrimonio alguno, hizo que para ganarse el sustento diario, se dedicó a servir agua a domicilio ayudado por una borriquilla, agua que la tomaba de la histórica fuente de Los Picadores. 



          Años después de haber escogido esta solución laboral, transitaba por la calle Custodio repartiendo medidas de tan refrescante mercancía, cuando sonó la alarma, avisando de que la aviación lanzaría bombas, no hizo caso alguno, incluso de una forma pueril comentó a las vecinas que le insistían en que se ocultara; “para mí, no van a tirar una bomba...”. Desgraciadamente así fue, cayó tan cerca que fallecieron casi instantáneamente, Serranito de Córdoba y su burrita... Un día cualquiera, un día gris, o tal vez negro...Sucedió en agosto de 1936.



Francisco Bravo Antibón





José Luis Cuevas

Maquetador y Editor







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