La terna se va de vacío en la tercera de la Feria del Arroz El novillero Mario Arruza fue quien más se acercó al triunfo en la tercera de la Feria del Arroz de Calasparra, aunque finalmente la terna se fue de vacío. Hizo la faena más entonada de la tarde al segundo novillo, el que más se dejó de una compleja novillada de Raso de Portillo. Fue el único que saludó una ovación en medio de una tarde de escaso contenido FICHA:
Se lidiaron novillos de Raso de Portillo, bien presentados y de escaso juego excepto el segundo, que se dejó más.
José María Trigueros, pitos tras dos avisos y pitos. Mario Arruza, ovación y silencio tras aviso. Miguel Serrano, silencio y silencio.
Menos de media.
Minuto de silencio en memoria Pedro ‘el de los caballos’. Saludaron en banderillas Yelco Álvarez, Víctor Alvarez y David Pacheco.
COMENTARIO: José María Trigueros ya notó la complicación del primero de la tarde en el capote y primeros tercios. Poco cambió el de Raso de Portillo en la muleta, poniendo difícil el lucimiento a Trigueros, que no obstante logró sacar algunos muletazos aprovechando inercia por el lado derecho. Mal con los aceros. Pitos tras dos avisos.
El segundo de su lote fue un novillo serio que apretó en el capote y fue fuertemente castigado en varas. Llegó a la muleta muy montado y orientado, por lo que Trigueros no pudo confiarse ni sacar nada positivo. De nuevo falló reiteradamente con los aceros. Pitos.
Mario Arruza tuvo un primer novillo que se dejó mucho en la muleta, templándolo muy bien el novillero por el lado derecho, pitón por el que logró varias series buenas. Al natural, el novillo embistió muy despacio y Arruza dibujó los mejores muletazos de su faena, con profundidad y mano baja. Tenía el triunfo en su mano pero falló con la espada. Fue ovacionado.
Buen tercio de banderillas protagonizaron en el quinto Víctor Álvarez y David Pacheco, que saludaron. En la muleta el novillo fue complicado por el derecho y se dejó algo más por el pitón izquierdo, aunque pronto comenzó también a buscar. Pocas opciones para Mario Arruza, que lo intentó con voluntad. No estuvo fino con los aceros y escuchó un aviso. Silencio.
Miguel Serrano se vio un tanto desbordado por el tercero en el capote. Tampoco se confió con la muleta en una faena breve en la que no lo vio claro en ningún momento. Mató con habilidad. Silencio.
Miguel Serrano se lució a la verónica en el sexto, haciendo el mejor toreo de capa de la tarde. Sin embargo con la muleta no lo vio claro ante la complicación que presentaba el astado. Silencio. |
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