jueves, 9 de octubre de 2025

 PRÓLOGO Y EPÍLOGO DEL COSO DE LOS TEJARES


DÍA DE CORRIDA EN LOS TEJARES 

       Donde hoy se encuentra situado el centro comercial El Corte Inglés, con anterioridad Galerías Preciados, en la tierra que ocultan sus cimientos, hace seis décadas se celebraban corridas de toros y pisaban el ruedo toreros importantes, novilleros y aspirantes que saludaban montera en mano.

        Pisaron su albero los toreros más importantes de la historia taurina, y aplaudían o desaprobaban sus actuaciones durante 120 años un público con solera. Dos cimbreantes palmeras – una de la época y otra nueva – señalan lo que fue la puerta grande del histórico coso. Recuerdan el sitio romántico, por el que tantas veces salieron toreros triunfadores, y se ponen los vellos de punta recordando respetuosos silencios trágicos, o la gente esperando la salida, o tal vez la festiva algarabía, o los sombreros cordobeses y tantas cosas...

Los primeros pasos

             Arranca su historia el 2 de septiembre de 1845, fecha en la que se formalizó el contrato, mediante el cual D. Joaquín Manté compró una fanega segregada de la huerta Perea, cuya totalidad había adquirido en pública subasta D. José Severo García. 



El Sr, Manté pagó por el terreno que habría de emplear para la construcción de la plaza de toros, la cantidad de 8.000 reales de vellón. En el documento de compra- venta, se hizo constar expresamente, el derecho a usar por el Sr. Severo de cuatro asientos, así como sus herederos, en el “lugar que le acomode, con la sola excepción de los palcos “ (párrafo extraído del contrato en cuestión).

            Inmediatamente después de la firma del documento de compra, D. Joaquín Manté presentó una oferta para la suscripción de acciones como propietario y constructor del coso, repartiendo el capital previsto en 100 acciones con un valor nominal de 4.000 reales de vellón por unidad.

      Dado el interés despertado, acudieron a la convocatoria aficionados de clase acomodada, entre los que figuraban los siguientes: D. Pedro Jontoya, D. Fausto García Tena, Excmo. Sr. Márquez de Villaverde, D. José Ruiz del Burgo, D. José Ante, D. Alejandro del Castillo y D. Antonio de Luque.

Memoria de la construcción

          El 20 de junio de 1845 se presenta la memoria de construcción, con indicaciones tan curiosas como las que traslado del texto original:


Tejares

        “Primera: La pared del muro exterior de la plaza, tendrá tres pies de grueso hasta el asiento de las maderas del suelo de los palcos.

           Segunda: El segundo muro tendrá el alto suficiente para recibir las gradas cubiertas y apear los pies derechos que hayan de recibir los palcos.

            Tercera: El tercer macizo o muro interior, también será de tres pies de grueso, en atención a que ha de recibir las gradas.

            Cuarta: Los palcos se cerrarán con tabique por su exterior.

           Quinta: Las gradas cubiertas, que lo serán por los palcos, se han de construir con buenas maderas de pino de la tierra, tornapunta y tablazón de lo mismo.

           Sexta: La cubierta será de armadura de castaño, con tablazón de pino de la tierra y buena teja.

          Séptima: El piso de los palcos se formará con palos de castaño, tablas de pino de la tierra y cinteado.

        Octava: La plaza no tendrá barrera y solo se colocarán burladeros en los ángulos del polígono.

          Novena: Habrá escaleras alternadas con los tendidos.

         Décima: La fachada dará su frente al camino de los Tejares.”


Tejares

      Supongo que lo más curioso que acaban de leer, se refiere a la posibilidad - según la memoria del constructor Sr Manté- de no poner barrera; y han leído bien, porque en principio sólo estaban previstos unos burladeros de forma que el público estuviera más en contacto con el toro. Esta cercanía, sin duda polémica, fue precisamente el argumento que esgrimió la junta de accionistas, para instar al constructor a modificar el proyecto y que se incluyera la barrera. Incluso hacen constar que es preciso se coloque tal defensa, para evitar que los espectadores al estar tan próximos, pudiesen molestar tanto al torero como al toro. Ni que decir tiene, que finalmente se construyó la citada y conveniente barrera.

Junta de control de las obras

        El 15 de octubre de 1845 se creó una junta de seguimiento de las obras, integrada por los siguientes socios.

      Presidente, D. Pedro Jontoya, vicepresidente D. José Severo García, Depositario Excmo. Sr. Márques de Villaverde, Secretario-Contador D. Fausto García Tena, y como vocales colaboraban los señores: D. José Ruiz del Burgo, Mariano Silva, José Povedano, D. Alejandro del Castillo y D. José Ante.

       En esta primera reunión se convino que D. Joaquín Manté, debería entregar concluida la plaza el día 1º de pascua de resurrección del año 1846.

      También costa en el resumen de consideraciones, que el Sr. Manté, como empresario de la plaza de toros, tendrá derecho a dos entradas de acceso con carácter perpétuo.


NOCTURNAS

          Poco tiempo después (6 de noviembre de 1845) y motivado por una enfermedad de D. Joaquín, confirió amplios poderes a su hermano Antonio, para que resolviera cuantos problemas se presentasen en el transcurso de la construcción del coso.

Primeras corridas

          De forma provisional y con motivo de la feria de la Virgen de la Salud se ajustaron tres funciones para los días 31 de mayo y el dos y tres de junio.

         Para esta inauguración en precario, se encerraron y lidiaron ocho toros por tarde, a seis por barba, de los siguientes ganaderos:

         D. Plácido de Comesaña de Sevilla con divisa morada y blanca. Camada procedente del hierro D. Vicente Márquez.

         D. Manuel Siguri de Sevilla, con divisa celeste y negra.

         D, Manuel Suárez de Coria (Sevilla), divisa rosa y morada.

         D. Francisco Escobedo, de Martos (Jaén), divisa verde y azul.

     Para dar cuenta de estos 24 ejemplares, se contrataron como maestros lidiadores a los siguientes diestros:

        Juan León López Leoncillo de Sevilla.


PlazaTorosTejares

    Francisco Arjona Herrera Cúchares (también conocido por Francisco Arjona Guillén, ya que sustituía caprichosamente el apellido Herrera por el segundo de su abuelo materno Curro Guillén).

        Antonio Luque Camarada (poco después este diestro despreció la última silaba del apodo primitivo, y se anunció en los carteles como Camará, fundador de una dinastía taurina importante.

    Con estos tres matadores se resolvieron las tres corridas programadas.

Inauguración oficial

       Se fijó la inauguración oficial para los días 8 y 9 de septiembre de 1846, con motivo de la feria en honor de la Virgen de la Fuensanta.

      No faltaron ganas para montar algo sonado, ya que incluso se autorizó por la sociedad propietaria a D, Manuel Martínez Díaz de Cádiz, dotándole de amplios poderes, para que tratara de contratar a Francisco Montes Paquiro, según consta en un párrafo del documento cuyo texto parcial transcribo:



      ...”con arreglo a las instrucciones que se le suministran, contrate al profesor de Tauromaquia don Francisco Montes, para que con su cuadrilla venga a trabajar a las expresadas corridas”...

       A pesar de las buenas intenciones, el Sr. Martínez no logró que Paquiro considerara la oferta y no accedió a firmar el convenio.

      Definitivamente el 8 de septiembre de 1846, el Coso de los Tejares abre sus puertas oficialmente y hacen el paseíllo las cuadrillas de José Redondo Domínguez El Chiclanero y el madrileño Isidro Santiago Barragán que se las entendieron con ocho toros de Dª Isabel Montemayor Vda de Lesaca.

         El día 9 repitieron actuación, esta vez con ganado de D. José Arias de Saavedra.

Cartelería

        De los primeros tiempos es difícil encontrar cartelería vinculada a Los Tejares, quizás las únicas muestras que hoy se pueden admirar, se encuentren en el salón destinado a la propiedad del actual Coso de Los Califas y en el Museo Taurino de Córdoba. Concretamente, en la sala de Los Califas se exhibe un programa que data del jueves 4 de mayo de 1848, confeccionando para una corrida en “obsequio” a S.S.A.A.R.R. “La Serenísima Sra. Infanta Dª María Luisa Fernanda”.

         En su honor y a las cuatro de la tarde se lidiaron ocho toros del ganadero cordobés Rafael José Barbero, para los espadas sevillanos Juan Lucas Blanco y Manuel Trigo. El precio de las entradas oscilaban entre 70 reales las más caras (palcos) y 5 reales las más asequibles (entrada general).

         Siguiendo con el tema de los carteles, el Museo Taurino dispone de uno fechado también en el año 1848, que se refiere a un festejo de novillos organizado para contribuir con sus beneficios, a la construcción del órgano para el templo de San Rafael y otro con fecha de abril de 1861 anunciando una corrida a la que intervienen los diestros: Manuel Fuentes Bocanegra, Juan Yust y Francisco Rodríguez Caniqui, los cuales lidiaron novillos de cuatro años con el hierro de Barbero.



       Con posterioridad y paulatinamente, aumentan el número de carteles en los fondos del Museo, que conforman un ilustrado y atractivo resumen histórico del Coso de Los Tejares.

Incendio en la vieja plaza

        Finaliza la novillada celebrada el día 15 de agosto de 1866, se produjo un incendio tal vez provocado por una colilla, - según las crónicas del momento - que prendió los papeles de algún rincón y que se agigantó de tal manera que no hubo manera de frenarlo. Hay que tener en cuenta el calor reinante, los escasos medios de extinción de que entonces se disponía y la gran cantidad de madera que estaba integrada, tanto en las gradas como en los tendidos.


PlazaTorosTejares006

       El arquitecto D. Amadeo Rodríguez fue el encargado de coordinar técnicamente la reconstrucción y aprovechó la oportunidad para ampliar el número de localidades, cuyo número ascendió a 9.064 personas.

        Año y medio después (20 de enero de 1868) totalmente remozado abría de nuevo sus puertas, eligiéndose para tan solemne e histórico momento un cartel netamente cordobés.

           Hicieron el paseíllo para inaugurar esta segunda etapa,                       Manuel Fuentes Bocanegra y Rafael Molina Sánchez Lagartijo, que se enfrentaron a toros del ganadero, lógicamente también de Córdoba, Rafael José Barbero.

       Recoge José Luis de Córdoba en unos de sus trabajos, la siguiente anécdota taurina ocurrida en el transcurso de la tarde:

...”ambos diestros efectuaron una peregrina suerte. Sentándose en una silla tendida en la arena, colocaron sendos pares de rehiletes de forma colosal, mereciendo unánimes aplausos.”

Clausura del coso

         El 18 de abril de 1965 tuvo lugar su clausura efectiva, puesto que de manera oficial ya constaba como cerrado desde 1963, lo que ocurrió es que las obras de la nueva plaza de Los Califas iban algo retrasadas y tuvieron que celebrarse algunos festejos más en el centenario coso.


VIVIENDA DE LOS LLAMAS, CONSERJES DE LOS TEJARES

        La corrida oficial de la despedida - que no el cierre definitivo - fue una Goyesca celebrada el 13 de octubre de 1963 con el siguiente cartel, un toro de Atanasio Fernández para los hermanos Peralta y seis de SaíasTulio Vázquez para Antonio Ortega Orteguita, Antonio Medina y Vicente Fernández El Caracol.

     El cierre definitivo antes aludido, resultó ser con una corrida celebrada el día 18 de abril de 1965. Se lidiaron novillos de Herederos de Dª Enriqueta de la Coba, y el cartel estuvo compuesto por Antonio Sánchez Fuentes, Agustín Castellano El Puri y José María Gordillo Susoni.



FRANCISCO BRAVO ANTIBÓN





JOSÉ LUIS CUEVAS

Maquetador y Editor

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