EL AÑO QUE NOS QUEDAMOS 'HUÉRFANOS´
El 2025 será siempre para los aficionados taurinos el año que nos quedamos 'huérfanos', tras la retirada de los ruedos de Morante de la Puebla, que es el 'padre' del toreo actual. El pasado 12 de octubre es ya una fecha triste y alegre a la vez, además de esperanzadora, porque el genio sevillano anunció después que no se ha cortado la coleta, sino que ha decidido tomarse un tiempo de descanso para recuperarse de sus problemas de salud. Ojalá que sea lo más breve posible, pero ojalá sobre todo que José Antonio vuelva en plenitud y con un estado anímico tan excelente como sus cualidades de torero.
Esta temporada ha estado marcada por esta inesperada decisión, pero también ha contado con otras tardes y momentos muy destacados e inolvidables, como las 2 salidas a hombros del propio Morante en Madrid. La faena en Málaga del diestro onubense David de Miranda, uno de los olvidados hasta ahora por las injustas empresas taurinas, a un ejemplar del hierro de 'Victoriano del Río', fue un compendio de valor, firmeza, verdad y emoción. El recuerdo de José Tomás inundó la plaza de 'La Malagueta'. Qué pena que el de Galapagar siga sin volver a los ruedos como la Tauromaquia manda. La magistral lidia de Borja Jiménez en 'Las Ventas', a un toro de Victorino Martín, fue otra de las más sobresalientes.
El caso de David de Miranda es un ejemplo que muestra que este año se ha caracterizado también por la rebelión de los matadores marginados, que han reivindicado más que nunca el sitio que merecen por sus cualidades, capacidades y entrega. Estos son los casos del malagueño Jiménez Fortes, el salmantino Damián Castaño, el colombiano Juan de Castilla, los madrileños Víctor Hernández o Fernando Adrián y de otros muchos que no voy a enumerar para no olvidarme de algunos de ellos. Han destacado también varios novilleros con picadores por su valentía y técnica, lo que a algunos les ha permitido tomar ya la alternativa, como Marco Pérez, Samuel Navalón o Julio Norte, entre otros.
Estos diestros han podido mostrar su gran dimensión en el albero porque la temporada ha seguido la línea de las últimas respecto a la recuperación de la casta y la bravura del ganado, lo que siempre marca diferencias. Han sido numerosos los toros destacados en distintos cosos, tanto de las consideradas ganaderías 'cómodas' como de las calificadas como 'duras'. La asignatura pendiente sigue estando en la suerte de picar, que ha continuado un año más como un mero protocolo para cumplir uno de los tercios de la lidia. Han sido muy pocas las reses que se han entregado de verdad en el caballo y en varias varas, como debe ser. No lo han hecho más por su falta de fuerzas suficientes para ello que de bravura. Los ganaderos siguen buscando un animal que humille lo máximo posible al embestir, donde se debilitan mucho, por lo que compensar esta cualidad con meter los riñones al empujar en el peto es algo bastante complicado y aún pendiente de conseguir por lo general.
Este año, que está a punto de decirnos adiós, también se ha caracterizado por las numerosas cornadas graves acaecidas, que han sido en gran parte a jóvenes espadas. La competencia para torear es cada vez mayor, lo que lleva a muchos novilleros a anular la razón para triunfar a cualquier precio. Encomiable es esta actitud valerosa, pero también debería hacer reflexionar a los que dirigen la carrera de estos chavales para que no aceleren demasiado sus deseos y ansias de convertirse en figuras. El toreo es toreo porque conlleva riesgos, pero también lo es porque necesita una técnica suficiente y un camino lento, pero seguro.
No se puede olvidar en un balance de la temporada 2025 a los más humildes y a la cantera fundamental e imprescindible de la Tauromaquia, como es la encomiable y elogiosa labor de las escuelas taurinas y de los organizadores de bolsines, certámenes y del resto de espectáculos sin picadores para que aprendan todos estos alumnos. Muchos ganaderos también deben recibir este reconocimiento por contar con estos prometedores y soñadores chicos en sus tentaderos, porque cada vez son más.
El año se nos va, como se fue por un tiempo Morante de la Puebla, pero en el próximo 2026 seguro que los aficionados taurinos encontraremos nuevas ilusiones y motivos para volver a una plaza. Sabemos ya que nos traerá numerosos cambios en la gestión de cosos tan importantes como 'La Maestranza' de Sevilla, 'La Malagueta', Albacete o Zaragoza. Muchos de ellos de primera categoría. Esperemos que todos sean para bien y así podamos sentirnos menos 'huérfanos' sin nuestra mayor esperanza en los ruedos.
¡¡¡Feliz y próspero 2026!!
Antonio Cepedello


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