viernes, 6 de mayo de 2016

TRES ÉPOCAS DEL TOREO EN EL CASTOREÑO


En la Tertulia Taurina “el Castoreño” del Real Círculo de la Amistad de Córdoba, el 25 de abril de 2016, se celebró una mesa redonda en la que se encontraron tres épocas del toreo representadas por los doctores en tauromaquia José María Montilla Álvarez, decano de los toreros cordobeses, y Agustín Parra “Parrita”, sobrino nieto del IV Califa del toreo Manuel Rodríguez “Manolete”, junto al novillero cordobés Francisco Javier Moreno Sanz “Lagartijo”, que en la pasada feria cordobesa de Ntra. Señora de la Salud, alcanzó la puerta grande del coso califal. Los tres toreros estuvieron flanqueados por José María Portillo Fabra, presidente de la citada Tertulia, y Domingo Echevarría vicepresidente de la misma.

Con la sede repleta de público, Portillo condujo la velada con su natural y singular versatilidad y hondura, al extremo de despertar las musas soberanas que moran en aquella verdadera capilla del toreo. La imágenes de recuerdo de la trayectoria de José María Montilla, proyectadas por Echevarría, seguidas de las palabras del maestro, y unas secuencias del día de la confirmación de “Parrita”, precedidas de un inicio de faena de su padre, rodillas en tierra, llegaron al alma de su hijo, y a la de todos los presentes. Y es que, cuando esa magia especial del toreo aparece, es cuando mejor se puede entender el ser y el sentir de esos hombres que se juegan la vida con la ilusión de ser héroes de una colectividad. El torero es único héroe épico que queda en este mundo cada vez más enrarecido y encaminado a la sinrazón.
Francas palabras también las del joven “Lagartijo” cuando agradeció la ayuda que siempre tuvo del maestro Montilla, y la que ahora recibe de su nuevo apoderado “Parrita”, así como cuando con desangelo resaltó la ausencia de la juventud en este tipo de actos, a pesar de que aseguró, que hay muchos jóvenes que les atrae el mundo de los toros pero que no se encuentra la fórmula que los apasione.
Ahí quedó e
sa moneda en el aire… Un joven torero la lanzó hacia arriba… La fiesta de los toros necesita de esa promoción que nunca tuvo cuando gozaba de ese atractivo que movía las masas, y que ahora se echa en falta. Ojalá que ya no sea tarde, y se consiga esa renovación que necesita para que vuelva a reconocer como el acontecimiento más impresionante del mundo occidental.

                                         José Luis Cuevas

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