jueves, 4 de junio de 2015

Muchas son las opiniones al respecto del indulto no concedido por el presidente de Laborador nº65 de Núñez del Cuvillo y lidiado por Finito de Córdoba el pasado 30 de mayo.
Pues si nos ceñimos a la legislación vigente al respecto, no solo debería haberse concedido dicho indulto, puesto que la mayoría de la plaza lo solicitaba y el matador y el ganadero mostraban su conformidad, sino que el presidente del festejo podría o debería ser inhabilitado como tal según refleja el reglamento.
Con respecto al comportamiento del animal en la plaza no hay pega alguna, puesto que acude al caballo con bravura en las dos varas y una vez en la muleta son 50 los muletazos que Finito le instrumenta (sin contar el recibo de capote,la lidia y el comienzo de faena) antes de hacer el más mínimo gesto de poder rajarse y aún así siguió embistiendo de manera incasable con una calidad y bravura excelente. Ante esos dos amagos de rajarse Juan consiguió mantenerlo en la muleta.
Como el propio ganadero declaraba al término de la corrida, Laborador era hijo de un toro indultado y le habría encantado llevárselo con vida al campo para así tenerlo como semental.
El público pidió el indulto con muchísima fuerza y el torero realizó la que para muchos es ya la mejor faena de la historia de Los Califas y ante todo esto el presidente hizo caso omiso.
¿Por qué no concedió el indulto? Pues es incomprensible, pero lo que está claro es que estos señores son los verdaderos antitaurinos y los que realmente hacen daño a la Fiesta desde dentro.
POR:COSO DE LOS CALIFAS

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