Finito de Córdoba: “Lo que sentía era embestir al toro, su mirada… Nos estábamos hablando con la mirada, con la expresión, estaba abandonado”

DSC_0405El diestro cordobés habla de sus sensaciones tras la histórica faena protagonizada el pasado sábado en “Los Califas”

Aún no se han apagado los ecos de la colosal faena ejecutada por Finito de Córdoba en el tercer festejo de abono de la feria de Ntra. Sra. de la Salud. Juan Serrano cuajó de principio a fin al excelente toro de Cuvillo, “Laborador” de nombre, para que le se pidió con mucha fuerza el indulto, finalmente no concedido. El diestro ha hablado para Diario Córdoba – Rafael de la Haba – explicando cómo se siente tras la obra ejecutada, así como su opinión sobre la decisión presidencial de no otorgar el indulto para el animal y todo lo sucedido tras estoquear la toro una vez había sonado el tercer aviso, que asegura no haber escuchado.


Sobre su actuación
“Me encuentro lleno, pleno por dentro como torero y, por otro lado, muy triste por intentar conseguir el indulto y que no se concediera. Este es sin duda uno de los cinco toros que yo recuerdo ahora mismo de mi carrera. Tengo en mi memoria –porque no voy a ver la faena y prefiero recordarla– 20 o 30 naturales con los que hacía tiempo que no me sentía así. Que un toro me permitiera torearlo a ese ritmo, con esa expresión, con la mano tan por abajo con la izquierda, también con la derecha, más los pases de adorno… Cogiendo lo mejor de mis cinco mejores faenas en Córdoba, es difícil compactar una faena al natural como la de ayer”.
Sobre la polémica del indulto no concedido y de la estocada tras los tres avisos
“Sucedió así. Además, no escuché el tercer aviso. Yo lo que sentía era embestir al toro, su mirada… Nos estábamos hablando con la mirada, con la expresión, estaba abandonado…”

“Siempre que se habla de indulto surge la polémica. A lo mejor hay aficionados que entienden por bravura arrancarse un toro al caballo a 15 metros y recibir cuatro o cinco puyazos, que desde luego me parece algo importante, pero prefiero que no se arranque de tan largo, que los puyazos no sean tan fuertes y que suceda lo que sucedió el sábado. Para que un toro te permita expresar de esa manera, durante tanto tiempo, durante tantos muletazos y tan por abajo, el toro tiene que tener… Es verdad que muy al final el toro comenzó a aburrirse, pero afortunadamente también fui inteligente y lo volví a sujetar, y hay que ver la repuesta de ese animal, que volvió a meterse en la faena y a responderme por abajo”.
“Me gustaría que toda la gente, todos los aficionados, los presidentes fueran al campo y vieran los toros que los ganaderos se quedan para sementales después de torearlos allí. Este está por encima de muchos de esos toros que yo he tenido ocasión de cuajar en el campo y que están padreando”.
¿El final deseado para un toreo tan rotundo?
“Dos orejas más, un rabo más, a mí me da igual. El toro no merecía la pena que muriese apuntillado en un corral. No escuché el tercer aviso. Murió como tenía que morir. ¿Y por qué no se le pidió la vuelta al ruedo? ¿Permitimos que suenen clarines y timbales para que salga el siguiente? El presidente sacó el pañuelo muy rápido para que no lo abroncaran”.
Sobre la respuesta del público
“La gente estuvo muy cariñosa. Además hubo unanimidad en pedir el indulto. Habría solo unos 500 en contra, entre ellos en la propiedad, con los brazos cruzados. Hay que leer el reglamento (hace referencia a los requisitos que, según él, se cumplieron, como unanimidad en la petición y la solicitud del espada). ¿Si me denuncian? Ya pasó eso en Montoro y a raíz de aquello recibí una carta de José Antonio Soriano, entonces director general de Espectáculos Públicos de la Junta, diciéndome que por lo mucho que le había hecho sentir esa tarde habían hablado para que, a partir de ahí, se pudiesen indultar toros en plazas de tercera”.
Si se hubiese indultado a “Laborador”…
“La polémica también estaría en la calle si lo hubiera indultado, pero ¿sabes cuál sería la diferencia?, que ese toro ya estaría en el campo y se le hubiera curado, y de aquí a cinco años otros compañeros podrían estar disfrutando de sus crías. No nos echemos tierra encima, seamos constructivos por el bien de la Fiesta…”.
Su momento actual
“Estoy feliz. Si no lo estuviera no podría cuajar un toro así, pero también indignado por lo que está sucediendo en Córdoba, por cómo se encuentra la plaza”.
Fotos; José Carlos Millán
FOTOS: JOSE LUIS CUEVAS