EL
FLAMENCO Y LOS TOROS
Con éste título, el pasado
martes 2 de junio de 2015, en el ciclo de conferencias que promueve la
Fundación Bodegas Campos, tuvo lugar la pronunciada por el investigador y
escritor taurino Domingo Echevarría, en el marco incomparable de la Sala de las
Canastas de aquella Casa Palaciega e histórica Bodega del corazón de Córdoba.
Buena respuesta de público
tuvo la anunciada conferencia, pues su título era de lo más atractivo para los
aficionados a las “Artes mágicas del vuelo”, como las llama José Bergamín en
sus obras.
El ponente fue presentado
por el director del Foro Cultural de la Casa, Pepe Campos, con su habitual
talante senequista, afectuoso, pausado y sabio. Echevarría, que al inicio
indicó que la charla quería que fuese un homenaje de recuerdo a todos los
artistas flamencos que sintieron el gusanillo del toro y soñaron con ser
alguien en este mundo tan difícil como glorioso, y tantas veces también
ingrato.
Además de una buena
introducción, hasta desembocar en lo que hoy se llama “Tauroflamencología”, expuso
Echevarría los rastros legendarios de ambas artes, los motivos de la gran
simbiosis Flamencos-Toreros, glosando hasta el final de su intervención sobre
la curiosa vida de artistas flamencos que fueron profesionales del toro en sus
distintos escalafones, destacando también las dinastías toreras que dieron
gloria, tanto al arte flamenco como al toreo.
En la copa habitual de
despedida, en uno de los patios, vivimos una simpática velada flamenca,
gentileza de los artistas, y que sirvió de broche para una conferencia tan original como ilustrativa. ¡Enhorabuena! a
Echevarría, a los artistas y a la organización.
José Luis Cuevas.
FOTOS: JOSE LUIS CUEVAS Y RAUL HERNANDEZ
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